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Elecciones en Bolivia

García Linera expresa su temor a que los «golpistas» roben la victoria al MAS en las elecciones del 3 de mayo

Asegura que el "motín" contra Morales fue una "venganza contra los indígenas que se atrevieron a igualarse".

El exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera

El exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera ha expresado este miércoles su temor a que los «golpistas» roben la victoria al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales en las elecciones previstas para el próximo 3 de mayo en el país.

En un acto celebrado en la sede del sindicato UGT en Madrid, el que fuera el ‘número dos’ del expresidente ha dicho ser «moderadamente optimista» y ha asegurado que «no le preocupa si ganan sino el hecho de que les permitan ganar». «Son personas sin límite moral en sus acciones, pero nosotros somos un proyecto con más que ofrecer a Bolivia», ha afirmado.

García Linera, que ha asegurado que Morales tuvo muy claro qué hacer cuando «las Fuerzas Armadas y la Policía se amotinaron y pidieron su renuncia», ha sostenido que «cabía la posibilidad de resistir pero el coste era demasiado elevado». «¿Cuál es el coste de enfrentarse a metralletas y tanquetas? ¿Cuántos muertos? Ninguna victoria electoral vale la sangre de los bolivianos y eso Morales lo vio claro», ha aseverado.

Así, ha recalcado que no hay ningún juicio abierto por la «muerte de 35 bolivianos» porque para el Gobierno de la autoproclamada presidenta interina, Jeanine Áñez, los «indígenas no son seres humanos, son bestias».

Para el líder boliviano, el motín contra el expresidente fue una «revuelta de odio, una revancha contra los que se atrevieron a igualarse, contra los indios que los desafiaron y se atrevieron a buscar nuevas oportunidades».

«Esto se encuentra en sintonía con los grades poderes internacionales, porque hay que poner límite a un modelo de sociedad que funciona», ha señalado antes de recalcar que el MAS ha conseguido establecer con éxito un modelo que resulta «peligroso» para «determinados poderes externos».

En este sentido, ha advertido de que el modelo «populista, socialista, posliberalista, socialmente igualitario y con amplia justicia social» alcanzado por el Gobierno de Morales «supone una amenaza para muchos».

No obstante, ha preferido hacer alusión a la crisis política que vive Bolivia desde las pasadas elecciones del 20 de octubre como un «recodo triste y doloroso en el camino», parte de un largo proceso al que se ha referido como la «emancipación de los humildes». «Estoy convencido de que más pronto que tarde volveremos», ha destacado.

Poco antes del evento, decenas de seguidores de García Linera y Morales han expresado su apoyo a los mandatarios, que residen actualmente fuera de Bolivia. Al grito de «Evo, amigo, el pueblo está contigo» y «Lucho presidente» –en referencia al candidato del MAS, Luis Arce– se han arremolinado junto a las puertas del edificio antes de exigir justicia para «los hermanos bolivianos». «Que muera la derecha fascista», han recalcado antes de llamar a Áñez «racista» y «golpista».

Una vez dentro, con banderas wiphala y carteles en señal de apoyo al MAS, han vitoreado a Linera. «¡Qué viva el Estado plurinacional de Bolivia!», han aclamado ante su llegada. El exvicepresidente, por su parte, ha sido claro a la hora de decir que, de haberse quedado en el Palacio Quemado, Morales habría corrido la misma suerte que el expresidente Gualberto Villarroel, que fue linchado por una turba en 1946.

«Tal es el desprecio que sienten hacia aquellos que vienen del pueblo, que hubieran linchado a Evo», ha apostillado antes de denunciar un esquema de persecución y amenazas contra todos aquellos que han tratado de ayudar al que fue el primer presidente indígena del país.

«Están en la cárcel tramitadores, encargados y abogados que han tratado de defenderlo, algunos únicamente por tener una fotocopia del carné del presidente. Es una locura, se trata de un escarnio», ha lamentado.

Sobre los comicios, García Linera ha dicho con sorna que «las encuestas se publican con rabia porque el partido al que los golpistas han sacado a la fuerza aparece con el 33 por ciento de los votos, mientras que ellos cuentan solo con el 15 por ciento de los apoyos».

ZAPATERO PIDE A LA OEA ESCLARECER SU INFORME SOBRE EL FRAUDE ELECTORAL

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha aprovechado la ocasión para expresar en una misiva su apoyo a Morales y Linera, a los que ha alabado por «cambiar Bolivia juntos».

Además, ha pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) aclarar el informe sobre el fraude electoral en el país latinoamericano tras la publicación del polémico informe del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR), que señala que no existen «indicios» para sospechar que se incurrió en irregularidades.

«La comunidad internacional debe pedir que se aclaren los resultados y el informe de la OEA. Es la obligación de la comunidad internacional exigir que las próximas elecciones sean libres», ha esgrimido. Con esos comicios, Bolivia espera zanjar por fin la crisis política, que desencadenó una fuerte ola de protestas y enfrentamientos.

Sobre la renuncia de Morales y su salida del país a principios de noviembre, ha defendido la decisión tomada por el entonces dirigente: «Evo tuvo que renunciar a su legítima Presidencia para evitar un conflicto fratricida entre compatriotas, para que el país no cayera al abismo ante la falta de lealtad de los que debían serle fieles».

Zapatero ha condenado, a su vez, «el odio, el racismo, la ira y las persecuciones injustas» en el marco de la crisis boliviana y ha instado a «defender la paz».

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