El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile ha denunciado este lunes que una joven de 17 años se encuentra en estado grave por el impacto en su cráneo de una bomba lacrimógena lanzada supuestamente por Carabineros este domingo en la ciudad chilena Puerto Montt, en el distrito de Los Lagos. «El INDH en la región de Los Lagos mantiene contacto con la familia de una joven de 17 años que se mantiene en condición grave tras haber sido impactada en el cráneo por una bomba lacrimógena la noche del domingo en Puerto Montt», según ha trasladado el organismo mediante su cuenta de Twitter.
La joven padece un hundimiento de cráneo. «Fue herida por la (bomba) lacrimógena (…). Esta madrugada se le practicó una intervención quirúrgica y sus lesiones son catalogadas como graves», ha explicado el director regional del INDH, Mauricio Maya. «No tendría riesgo vital, sin embargo, se teme que podría tener alguna secuela neurológica», ha agregado, según ha informado Radio Cooperativa.
El incidente tuvo lugar tras un concierto, después de que Carabineros utilizara elementos disuasorios contra un grupo de manifestantes que presuntamente quiso atacar una comisaría en el marco de las protestas que tienen lugar en Chile desde el 17 de octubre.
La versión del cuerpo policial indica que «personas que se retiraban de una actividad denominada ‘Concierto Popular’ intentaron acercarse» a la comisaría en cuestión. Carabineros ha añadido que «sujetos encapuchados realizaron cortes de tránsito, bloquearon la calle con contenedores de basura y arrojaron elementos contundentes contra el personal» policial.
«Esta situación obligó al uso de elementos disuasivos como la ‘tanqueta lanza agua’ y gas lacrimógeno», según un comunicado de Carabineros. «En este contexto, una joven de 17 años sufrió un golpe en la cabeza que le generó una lesión grave pero sin riesgo vital», han agregado.
Carabineros ha formulado una denuncia a la Fiscalía por los hechos y ha informado de que ha iniciado una investigación interna para aclarar lo sucedido.
Las protestas en Chile estallaron el 17 de octubre contra la cuarta subida del precio del metro en pocos meses y crecieron rápidamente hasta denunciar la desigualdad social y plantear la necesidad de elaborar una nueva Constitución.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, que llegó a declarar el estado de emergencia desplegando a las Fuerzas Armadas, pidió perdón por no escuchar el clamor de los chilenos y propuso una «agenda social». Para hacerla realidad, remodeló el Gobierno e inició un diálogo con los partidos políticos, tanto opositores como oficialistas.
Más de 20 personas han muerto por los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad y más de mil han sido detenidas. El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ha denunciado torturas y otros abusos contra las personas detenidas en el marco de las protestas.