El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha revelado este martes que dos días antes de que finalizara el mandato de Felipe Calderón (2006-2012) se aprobó el pago de 19 millones de dólares (unos 16 millones de euros) por hora y media de trabajo a una empresa relacionada con el otrora secretario de Seguridad, Genaro García Luna, imputado actualmente por sus supuestos vínculos con el crimen organizado.
Durante su comparecencia matutina habitual, López Obrador ha contado que el actual ministro de Hacienda, Arturo Herrera, le hizo saber de la existencia de un contrato que se firmó «dos días antes» de que acabara el Gobierno de Felipe Calderón, y por el que se pagó 19 millones de dólares «a una empresa ligada al señor García Luna» para capacitar a tres funcionarios.
«Se deben casi seis millones de dólares (…) para pagar unos cursos de capacitación que recibieron tres personas», y que apenas duraron «una hora y media», ha dicho López Obrador, quien ya ha anunciado que presentarán una denuncia al respecto.
López Obrador mostró ante los medios la factura de este servicio que se habría prestado a través de una empresa relacionado con García Luna, la cual habría recibido, según el documento, la mitad de una suma que asciende a los 19.848.000 dólares (16,8 millones de euros).
El presidente mexicano ha señalado que no sabía de la existencia de ese contrato «hasta anoche» y que ahora que el Gobierno va a evaluar los 109 fideicomisos públicos, «imagínense lo que vamos a encontrar», en relación a la propuesta del Ejecutivo de suprimir este centenar de contratos públicos al considerar que son un foco de corrupción y ser ellos quienes directamente los repartan.
Con esta última revelación, López Obrador cuestiona una vez más la gestión al frente del Estado mexicano de Felipe Calderón, de nuevo en el punto de mira, esta vez en los últimos meses, desde que el antiguo director de la estatal Pemex, Emilio Lozoya –quien está siendo investigado tras reconocer que aceptó sobornos durante su gestión–, le señalara como parte de «un sólido entramado de corrupción».
Por su parte, García Luna fue detenido en Dallas, en el estado de Texas, después de que presentaran cargos en su contra en Nueva York por conspirar para traficar con drogas y realizar declaraciones falsas, además de haber recibido millones de dólares del cártel de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
En Estados Unidos, García Luna habría tratado de ocultar la ayuda prestada a traficantes de droga, por lo que podría enfrentarse a una pena mínima de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua.
Según las investigaciones, a cambio de los sobornos, el cártel de Sinaloa obtuvo pasaje seguro para sus envíos de droga, así como información legal sensible sobre las investigaciones abiertas contra el cártel y grupos rivales.
