Estados Unidos ha concedido el asilo político a la ex fiscal general de Guatemala Thelma Aldana, acusada en su país de presuntos delitos económicos que le impidieron competir en las elecciones presidenciales del año pasado. «Feliz de compartir que la petición de asilo de la ex fiscal general de Guatemala Thelma Aldana ha sido aprobada», ha anunciado en Twitter el presidente de la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes, Eliot Engel.
El congresista republicano ha definido a Aldana como «una campeona por la Justicia», calificando su asilo en Estados Unidos como «una gran victoria para la lucha internacional contra la corrupción».
«Nunca pensé en convertirme en asilada política en Estados Unidos», ha dicho Aldana, confesando en la misma red social que ha recibido la noticia «con lágrimas». «Ahora conozco el sufrimiento de los hermanos migrantes al dejar nuestro país», ha apostillado.
Aldana ha querido dar las gracias a Estados Unidos, país que, según ha destacado, no solo la ha acogido sino que ha condenado a 15 años de cárcel al ex candidato presidencial Mario Estrada por sus vínculos con el narcotráfico. «Quería asesinarme. Acá estámos los dos, el preso yo libre. La Justicia siempre llega», ha resaltado.
La ex fiscal general cobró notoriedad pública por su decidido apoyo a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un organismo creado por Naciones Unidas para ayudar a la nación centroamericana a combatir el crimen.
Entre los casos en los que ha participado, destacan las investigaciones por corrupción contra el ex presidente Otto Pérez Molina –que tuvo que dimitir y ahora está procesado– y contra el siguiente mandatario, Jimmy Morales, y su entorno familiar. Morales decidió no renovar el mandato de la CICIG, lo que supuso su expulsión del país.
Aldana, de 64 años de edad, pretendía competir por la Presidencia en los comicios del año pasado pero la Justicia electoral vetó su candidatura después de que se le imputaran diversos delitos económicos. En ese momento estaba en El Salvador, por lo que se quedó allí para evitar ser detenida en Guatemala.
La que fuera jefa del Ministerio Público siempre ha defendido su inocencia, al tiempo que ha achacado las acusaciones formuladas en su contra a una persecución política por sus investigaciones con la CICIG.