El presidente de Bolivia, Luis Arce, destituyó este martes al ministro de Desarrollo Rural, el dirigente campesino Wilson Cáceres, que resultó envuelto en un escándalo de nepotismo, y lo reemplazó por el ingeniero agrónomo Edwin Characayo, en el primer reajuste del nuevo Gobierno instalado hace menos de un mes.
«En este proceso de recuperación de la patria, de recuperación de la democracia, es imprescindible que los valores y principios revolucionarios deben estar primero ante todo», proclamó Arce en un breve acto en la Casa Grande del Pueblo, sede presidencial, en el cual juramentó al nuevo ministro.
Cáceres, quien juró el 9 de noviembre como integrante del primer equipo ministerial de Arce, cayó luego de que medios locales denunciaran que designó como su jefa de gabinete a una abogada a quien había presentado tres meses antes como su esposa.
Enredado en explicaciones, el dirigente de los campesinos migrantes agrupados en sindicatos de «interculturales» destituyó a la abogada y pidió disculpas, pero no hizo caso a pedidos, incluso de otros ministros, de que presentara renuncia para «no dañar al proceso», como señaló el titular de Justitica, Iván Lima.
El cambio de autoridad fue anunciado con apenas minutos de anticipación por la oficina presidencial,
Arce dijo al nuevo ministro que, tras la recuperación de la democracia al cabo de un año de transición, el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) debe «mantener principios, valores, moral y el compromiso de servicio al pueblo boliviano», golpeado «no solo por la pandemia sino por las acciones del Gobierno de facto».
El Ministerio de Desarrollo Rural es clave para los indígenas y campesinos, que constituyen la base política del MAS, porque tiene a su cargo la titulación de las tierras agrícolas.
