Hasta seis antiguos ministros de Asuntos Exteriores de Brasil han condenado la reciente visita del secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, a las instalaciones en Roraima, en la frontera con Venezuela, pues supone un «uso espurio del territorio nacional» con el fin de utilizar al país «como plataforma de provocación y hostilidad con una nación vecina».
La nota ha sido firmada, entre otros, por los antiguos responsables de Exteriores, Fernando Henrique Cardoso (1992-1993) –quien también fue presidente de Brasil entre 1995 y 2002–, Francisco Rezek (1990-1992), o más recientemente Aloysio Nunes (2017-2019); para apoyar las críticas lanzadas el pasado viernes por el presidente del Congreso, Rodrigo Maia, sobre las intenciones de la visita de Pompeo.
Maia aseguró que la vista de Pompeo a las instalaciones de la conocida como ‘Operación Acogida’, que recibe a los migrantes venezolanos que llegan a Brasil a través de la frontera norte, «es una afrenta a las tradiciones de autonomía» de la política exterior brasileña.
En ese sentido, el presidente del Congreso acusó al Gobierno de Washington de llevar a cabo una acción alejada de las buenas prácticas diplomáticas, pues su único objetivo con esta visita es intentar lograr el voto latino en las próximas elecciones estadounidenses del 3 de noviembre.
La nota emitida por estos altos cargos ha reafirmado su apoyo a las palabras de Maia y ha asegurado que el presidente del Congreso, «como representante del órgano supremo de la voluntad popular», tan sólo «puso voz a los sentimientos del pueblo brasileño».
«Tenemos la obligación de garantizar la estabilidad de las fronteras y la convivencia pacífica y respetuosa con nuestros vecinos, pilares de la soberanía y la defensa», reza la nota, la cual también ha contado con las rúbricas de otros altos cargos de antiguos gobiernos brasileños, como el que fuera ministro de Hacienda Rubens Ricupero (1994-1995), quien además se desempeñó como embajador en Estados Unidos e Italia.
El comunicado concluye con la petición a ambas cámaras del Congreso y al Tribunal Supremo para que ejerzan sus «atribuciones constitucionales» para asegurar que la política exterior brasileña «obedezca estrictamente en espíritu y letra a los principios enunciados en el Artículo 4 de la Carta Magna».
Por su parte, desde el Gobierno de Brasil, el actual ministro de Asuntos Exteriores, Ernesto Araújo, aseguró que Maia estaba «desinformado» y le acusó de no escuchar «el sufrimiento del pueblo venezolano».
La visita de Pompeo el pasado viernes se dio, según explicó Estados Unidos, con el fin de «defender la democracia» y «fortalecer la seguridad ante posibles amenazas regionales», además de conocer de primera mano las circunstancias de las personas «que huyen del desastre provocado por manos humanas».
Pompeo tiene previsto visitar otra serie de países que mantienen frontera con Venezuela, como son Colombia, Guyana y Surinam.