La presidenta en funciones de Bolivia, Jeanine Áñez, ha cesado a los ministros de Gobierno, Arturo Murillo, y de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, ambos censurados el pasado miércoles por la Asamblea Legislativa Plurinacional, el Parlamento de Bolivia. Murillo está considerado el ministro más influyente de Áñez.
Áñez ha emitido dos decretos presidenciales de destitución, justificada por la ausencia de ambos ministros a las convocatorias para ser interpelados en la Asamblea.
Otros ministros reprobados por el Parlamento, controlado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), contrario a Áñez, sí han seguido en sus cargos, por lo que la victoria de Luis Arce, candidato del MAS en las elecciones presidenciales del domingo, podría haber condicionado la decisión.
En lugar de Murillo ha sido nombrado el viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, mientras que el viceministro de Educación Superior, Reynaldo Paredes, será el ministro de Educación.
Murillo fue censurado tras no comparecer ante el Parlamento para dar explicaciones sobre la compra presuntamente irregular y con sobreprecio de gases lacrimógenos para la Policía del país, entre otras cuestiones.
Cárdenas fue reprobado por la suspensión de las clases presenciales, que más tarde derivó en la clausura del año escolar, en plena pandemia por el coronavirus.
«No obstante la irregularidad con la que se ha emitido la resolución de censura, al no considerar la oportuna justificación de inasistencia del ministro de Educación, Deportes y Culturas; la presidenta, en cumplimiento a los preceptos constitucionales de independencia, separación, coordinación y cooperación de los órganos del Estado, deja sin efecto la designación del titular de la citada Cartera de Estado», explica el documento suscrito por Áñez y el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez.
La presidenta del Senado, Eva Copa (MAS), había advertido este lunes de que abriría un juicio de responsabilidades contra Áñez, si no destituía a Murillo y Cárdenas. «Ya no son autoridades y aquí se cumple la ley. Y si Áñez no quiere cumplir, le espera el juicio de responsabilidades», declaró Copa.
Mientras, el propio Murillo ha confirmado a ‘El Deber’ que se le había notificado la censura. «No sé porque ya no soy ministro. La ventanilla única de Palacio de Gobierno recibió la notificación y a partir de ello, de acuerdo a ley, ceso en mis funciones y mi cargo está a disposición. La presidenta tendrá que decidir en las siguientes horas, sobre a quién designará», declaró el ya exministro de Gobierno.
«Yo voy a atender a la presidenta, ayudarla y acompañarla como ella quiera y desde donde ella quiera hasta el último día de su mandato», dijo Murillo. «Yo acompañaré a la presidenta desde donde ella quiera. Si me dice que lo haga como chofer, lo haré con mucho gusto y mucho orgullo», insistió.
Por el momento, Murillo descarta cualquier actividad política. «Una vez que termine eso necesito por lo menos unos 30 días de vacación y después pensaré en qué haré. Quiero descansar, dormir mucho, fue un trabajo muy agotador el de estos 11 meses que pasaron», remachó.
En cualquier caso ha señalado que la Alcaldía de Cochabamba sería su único objetivo de decidiese volver a primera línea política. Cochabamba «retrocedió décadas y necesita gente que la ayude, que corte la corrupción, es un nido terrible. Hay que dar un giro a eso», indicó.
Además, Murillo ha subrayado que si quisiera puede salir del país. «Yo puedo salir del país el rato que me dé la gana, cuando yo quiera. Seguramente lo voy a hacer, de vacaciones (…). No he robado, no he matado, no he asesinado. Si quieren perseguirme y encarcelarme, me van a encontrar en mi casa, no tengo miedo a eso», apuntó.