Así, la economía panameña mantiene una senda de recuperación, luego del impacto de la emergencia sanitaria causada por el Covid-19 y los conflictos en el ámbito internacional.
Por actividades, las que presentaron una mayor variación positiva fueron la construcción, que siguió registrando tasas favorables, debido al aumento de inversión en proyectos privados, la actividad comercial y la intermediación financiera. Además, hostelería, transportes y actividades comunitarias también tuvieron un incremento en sus niveles productivos.
Entre las actividades que registraron resultados negativos estuvieron la generación de electricidad térmica y la producción de leche pasteurizada, así como ciertos cultivos en el sector agropecuario.