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EL NUEVO MODO

Sustrato común

Sé que es un albur, pero lo asumo. Ojalá que para alimentar el debate. Me cabrea el diálogo de sordos en la vanguardia. Una acampada es fuerte, pero más si dotada de prospectiva y agenda; o sea, de hipótesis, propósitos, contenidos y día a día. A ellos he estado apuntando y aportando. Con respaldo, pero sin respuestas. Sé que es un albur, pero lo asumo. Ojalá que para alimentar el debate. Me cabrea el diálogo de sordos en la vanguardia. Una acampada es fuerte, pero más si dotada de prospectiva y agenda; o sea, de hipótesis, propósitos, contenidos y día a día. A ellos he estado apuntando y aportando. Con respaldo, pero sin respuestas.

Me planteo que en la historia política democrática de Colombia y Venezuela, Islandia, Tahrir, Plaza del Sol, Grecia y otras referencias de la Onda Renovadora Mundial hay un claro sustrato de libertaria rebeldía juvenil y estudiantil. Que las posiciones partidarias, ajenas a esos fenómenos, no podrán negar. Ya comienzan marxistas y trotskistas a reivindicar el clasismo de las protestas o los liberales a remitirlas a carencias de canales representativos, pero, ¡nada que ver!

Lo importante en lo pasado y en lo que pasa no es la particular visión del mundo y de la política, sino el replanteo del mundo y de la política. No es, como lo pretenden algunos inadvertidos analistas, y se encargaron de precisárselo los chamos de “Democracia Real Ya”, un movimiento partidario, sino radicalmente ciudadano. ¡Caray, que es un salto cualitativo importante! Y que, por tanto, pide ideas. No sólo performances: también formulación, que es mucho más que el reality show.

Hay una carencia –comprensible, pero real- de ingeniería institucional que debe ser considerada. Y la razón es simple: o se inventa las instituciones y consensos (¿normas?) que expresan el espíritu de la Onda u otras vendrán a mixtificarlo. O evadirlo. Y vale para dos dimensiones distintas: la general (cómo se organiza la acción) y temática (cómo se asume cada problema).

Que no crean los jóvenes de las redes, las acampadas o los “sábados de Islandia” que el tema, por ejemplo, de la especulación financiera y sus desmanes, nació con las subprimes norteamericanas. En la obra capital de Keynes, la corrientemente llamada “Teoría General”, de los treinta del siglo pasado, ya el problema –y sus ignoradas y aún ausentes soluciones- estaban presentes. Pero siguen vírgenes. O que la inadecuación del sistema partidista no ha sido detonante en otras realidades. Por ejemplo, la colombiana, que dio lugar al fenómeno estudiantil del Movimiento de la “Séptima Papeleta”, un proceso constituyente y una nueva Constitución Política, hace 20 años.

Posiciones más allá o más acá, el fenómeno ha tenido y tiene de rasgo común su carácter ciudadano. Y a lo que quiero llegar es que también ciudadanas deberán ser las instituciones y prácticas que le den respuestas. No, entonces, para otorgar mayor representatividad a los políticos, que han fallado –Mancur Olson dixit-; sino para reclamar participación, que ha venido faltando.

En los próximos días tendremos oportunidad, en Valencia, Venezuela, de realizar una puesta al días sobre los fenómenos comentados, acompañados de rectores universitarios nacionales y destacados connacionales interesados en el tema de los consensos nacionales a favor de proyectos políticos de progreso.

Revisaremos, para el interés de venezolanos, junto a María Cristina Gómez Isaza, Decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, de Medellín, invitada nuestra, constitucionalista y administrativista, ligada, en los noventa, a la “Séptima Papeleta”, la interesante experiencia colombiana de proceso constituyente y cambio constitucional, plenamente consensuados, como resultado de una inteligente lucha estudiantil, con propuestas claras, en respuesta a una perversa situación de violencia, normas vetustas y reclamos de oxigenación de la política.

El sustrato de lo sucedido hace 20 años en Colombia es similar al que hoy moviliza a medio mundo. Las respuestas deben parecerse también, con el evidente reconocimiento de las singularidades y avances. Pensar y concretar las instituciones y prácticas nuevas se convierte en imperativo. Tenemos propuestas concretas al respecto. Interesa desarrollar el asunto de la tutela ciudadana a la acción política.

* Santiago José Guevara García

Valencia, Venezuela)

[email protected] / @SJGuevaraG1, en Twitter

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