Pese a salir librado de su primer juicio después de que el Supremo Tribunal Electoral (TSE) de Brasil confirmase los rumores y, en una ajustada votación de cuatro votos a tres, rechazase culpar a Michel Temer de las irregularidades con las que se financió la campaña electoral de 2014. Pese a que el Supremo Tribunal Electoral (TSE) de Brasil confirmó los rumores y, en una ajustada votación de cuatro votos a tres, rechazó culpar a Michel Temer de las irregularidades con las que se financió la campaña electoral de 2014; una nueva acusación se cierne ya sobre el presidente no electo.
El periódico brasileño Folha de S. Paulo ha adelantado que el Procurador General de la República, Rodrigo Janot, va a presentar una nueva denuncia contra Temer; en este caso ante el Supremo Tribunal Federal (STF).
El nuevo objeto de acusación tiene que ver con un soborno que el ex diputado federal Rodrigo Rocha Loures recibió de un ejecutivo del gigante cárnico JBS como soborno. Y es que según señala el periódico de la capital industrial de Brasil, para los investigadores, el conjunto de pruebas reunidas involucran a Temer en la operación.
La intención de Janot es denunciar a Temer por el crimen de corrupción pasiva, tipificado como el recibimiento de ventaja indebida «para sí u otro» valiéndose del cargo que ocupa. Además, no descarta acusarle de otros crímenes como obstrucción de la Justicia.
En cualquier caso, la pena del primer delito ya es de entre 2 y 12 años de prisión. De esta forma, en el caso de que el STF aceptase la denuncia, Temer podría ser detenido y estaría alejado del cargo hasta 180 días. Tan solo si el juicio no terminase en ese plazo, podría volver al mismo aunque siguiese procesado.
Con todo, eso sí, para que el pleno del STF puedan convertir a Temer en un preso, sería precisa la autorización del Congreso. Pero, en cualquier caso, se acentúa la sensación de interenidad en el cargo del presidente no electo, pese a haber salido bien librado de su primer envite judicial ante el TSE.
Y es que, en paralelo a las vías judiciales que se le multiplican, también crece la presión social. Sin ir más lejos, miles de mujeres se manifestaron ayer también en Sao Paulo para pedir su renuncia, reclamar elecciones directas y tambén una mayor representación femenina en la política nacional.
