Los empleados del sector bancario público y privado de Brasil han iniciado una huelga general con el objetivo de presionar a la patronal del sector para recibir mejoras salariales. El conflicto amenaza con paralizar durante un tiempo indeterminado el sector financiero brasileño. Los empleados del sector bancario público y privado de Brasil han iniciado una huelga general con el objetivo de presionar a la patronal del sector para recibir mejoras salariales. El conflicto amenaza con paralizar durante un tiempo indeterminado el sector financiero brasileño.
El paro, general e indefinido, ha sido convocado por la Confederación Nacional de los Trabajadores del Ramo Financiero, el sindicato que aglutina a los empleados de la banca, tanto de tipo público como privado, que está enfrentada con la Federación Nacional de Bancos (Fenaban), que representa a la gerencia de las entidades financieras.
La Fenaban ha ofrecido a los trabajadores un aumento salarial del 8%, lo que ha sido rechazado fulminantemente por el sindicato, que reclama una mejora para sus representados del 12,8%. La Confederación ha cargado duramente contra la patronal, a la que acusa de presentar una propuesta que «no amplía la participación en el lucro (de los bancos) y mucho menos trae avances con relación a las reivindicaciones de empleo y mejores condiciones de trabajo».
“Esperamos que la fuerza de la huelga obligue a los banqueros a presentar acciones que garanticen el empleo decente”, ha declarado a los medios el presidente de la Confederación, Carlos Cordeiro.
El sindicato se muestra combativo, y ha señalado a través de una nota que «los bancarios reivindicamos el fin de la rotatividad, más contrataciones, fin de las metas abusivas, combate al asedio moral, más seguridad, igualdad de oportunidad e inclusión bancaria sin precarización, entre otra».