El número de personas que pide asilo a España se ha duplicado en un año y en 2017 fue casi cinco veces más que cuatro años antes.
El número de personas que pide asilo a España se ha duplicado en un año y en 2017 fue casi cinco veces más que cuatro años antes. Sin embargo, y contra el foco mediático sobre población africana y de Oriente medio en plena polémica por el cierre de puertos al Aquarius, una tercera parte de los solicitantes de protección en España son Venezolanos.
Es el país de origen más frecuente entre las 31.120 personas que pidieron asilo a España en 2017, según datos de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO, por sus siglas en inglés).
El año pasado 10.350 solicitantes de protección a España provenían de Venezuela, pero la tendencia no es nueva: ya en 2016 fueron casi 4.000, frente a las casi 3.000 solicitudes de ciudadanos sirios que recibió España ese mismo año.
Esto significa que más del 40% del aumento de solicitudes de asilo registradas de 2016 a 2017 provienen del crecimiento de peticiones venezolanas.
Abriendo el foco sobre Europa, los datos de EASO no avalan los polémicos titulares que estos días hablan del «efecto llamada»: las solicitudes de asilo se han desplomado en varios de los estados europeos que más presión experimentaron durante el punto álgido de la crisis siria: las demandas de asilo han caído un 70% en Alemania,un 48% en Dinamarca, un 42% en Austria o un 60% en Polonia, entre otros descensos.
En total, casi un 45% menos de personas respecto a 2016 pidieron a Europa que les acogiera por algún tipo de persecución amparada por la Convención de Ginebra de 1951.
Además, Frontex publicaba en la tarde de ayer su último balance migratorio en el Mediterraneo: aunque los flujos repuntan en la parte occidental del mar que separa a Europa de África, y por tanto aumentan las llegadas a España, en mayo llegaron un 56% menos de migrantes y refugiados a suelo de la UE.
En los cinco primeros meses de 2018 se recibieron hasta un 46% menos de «llegadas irregulares» por el Mediterráneo que el año previo, principalmente por la caída del flujo en la zona central.
La presión cae y se desplaza: unas 3.400 personas alcanzaron España en mayo, el triple que en el mismo mes de 2017. Desde enero, alcanzaron costa española 8.200 migrantes, un 59% más que en los mismos meses del año anterior.