El ex mandatario peruano, Alejandro Toledo, ha acusado al actual presidente del país, Ollanta Humala, de militarizar al Ejecutivo, tras la remodelación del Gobierno el pasado sábado. El ex mandatario peruano, Alejandro Toledo, ha acusado al actual presidente del país, Ollanta Humala, de militarizar al Ejecutivo, tras la remodelación del Gobierno el pasado sábado.
«Nosotros tenemos una orientación democrática, defensora de los derechos humanos, de la libertad de expresión y de la independencia de los poderes del Estado. No somos partidarios ni de militarizar los conflictos sociales ni de la militarización del gobierno de Humala, quien fue elegido en democracia para gobernar democráticamente. No para una militarización del gobierno», señaló Toledo, líder del partido Perú Posible.
Entre los nuevos nombramientos, el que más críticas ha despertado ha sido el del nuevo primer ministro, Óscar Valdés, ex militar al igual que Humala. Valdés ha defendido su candidatura alegando que “los únicos militares que hay en el Gobierno somos el presidente y yo, y las carteras de Interior y Defensa están en manos de civiles”.
De esta forma, el líder de Perú Posible ha anunciado que “hemos tomado la decisión de que nuestra agrupación no participará en ningún puesto en el Ejecutivo. Ningún miembro de nuestra alianza está autorizado a formar parte del gabinete”, aunque ha subrayado que “seguiremos apoyando la gobernabilidad en el Congreso en los temas en los que los parlamentarios consideren pertinentes apoyar para fortalecer la democracia».
A pesar de esta situación, el ex mandatario peruano ha reconocido que miembros cercanos al Gobierno les han ofrecido puestos en el gabinete pero ha preferido contestar “no, gracias».
El pasado sábado el nuevo ejecutivo de Perú juró su cargo. Habrá nuevas caras en los ministerios de Interior; Defensa; Justicia; Trabajo; Agricultura; Producción; Energía y Minas; Medio Ambiente; Cultura y en el ministerio de la Mujer.
Hace poco más de seis meses que Humala fue elegido presidente de Perú y su gestión ha estado en el punto de mira desde el principio. Entre los conflictos con los indígenas, el caso de corrupción de su vicepresidente segundo y su ‘curiosa’ familia, el mandatario no ha tenido ni un solo día en donde no tuviera algún sobresalto, hecho que le costado una bajada de popularidad importante.
