El presidente de Telefónica en Latinoamérica, José María Alvárez Pallete, ha indicado delante del presidente brasileño, Lula da Silva, que la compañía invertirá unos 2.250 millones de euros tanto en telefonía fija como móvil en Brasil durante 2010. Por su parte, Fernando Becker, vicepresidente de Neoenergía, filial de Iberdrola en Brasil, ha asegurado que la empresa está estudiando “posibles inversiones en proyectos hidráulicos” en el país. Latinoamérica representa una facturación de 6.900 millones para Iberdrola al año, según el ejecutivo. El presidente de Telefónica en Latinoamérica, José María Alvárez Pallete, ha indicado delante del presidente brasileño, Lula da Silva, que la compañía invertirá unos 2.250 millones de euros tanto en telefonía fija como móvil en Brasil durante 2010. Por su parte, Fernando Becker, vicepresidente de Neoenergía, filial de Iberdrola en Brasil, ha asegurado que la empresa está estudiando “posibles inversiones en proyectos hidráulicos” en el país. Latinoamérica representa una facturación de 6.900 millones para Iberdrola al año, según el ejecutivo.
Los directivos han realizado estas declaraciones durante las jornadas ‘Alianza para la Nueva Economía Global: Encuentro en Brasil’, organizado por el diario El País.
José María Alvárez Pallete ha recordado que Telefónica invirtió 1.530 millones de euros en 2009 en el país latinoamericano, al que considera uno de sus “pilares” de crecimiento. En concreto, de acuerdo con los datos publicados en la presentación de resultados de la compañía la pasada semana, en los últimos doce meses el número de accesos gestionados por Telefónica en Brasil aumentó un 12,8%, hasta un total de 69,2 millones, mostrando “una aceleración” desde principios de este año.
Las declaraciones de Pallete se producen unos días después de que se hiciera pública la oferta que Telefónica realizó el pasado 6 de mayo a Portugal Telecom por su participación en Vivo, el operador móvil brasileño que la compañía presidida por César Alierta considera “estratégico”. No obstante, PT se muestra reacia a la venta de su participación en Vivo, y cuenta con el apoyo del Ejecutivo luso, según dijo el primer ministro de Portugal, José Sócrates, esta semana