Telecom Italia se despide de la Isla al vender su participación en Etecsa. Telecom Italia ha vendido su parte de Etecsa, la telefónica cubana a Rafin, una empresa que depende de Gaesa, la gran corporación financiera del grupo empresarial de las Fuerzas Armadas que dirige un tal Luis Alberto, de quién Radio Bemba (nombre con el que se conocen en Cuba los rumores callejeros) explica algo así como que es el nuevo contable de la familia Castro, tras la volatilización de Francisco Soberón, el viejo ministro presidente del Banco Central.
Parece que Rafin tiene unos socios rusos que han aportado 500 millones de dólares para realizar la operación (el resto va a pagarse a plazos). Con rusos o sin rusos, en las calles cubanas, los más descreídos comentaristas cuentan que el movimiento ha sido un gol por la escuadra contra el equipo de Ramiro Valdés, jugadores que, según está estrambótica versión a la que dan crédito escaso en los ambientes diplomáticos, querrían hacerse fuertes en Etecsa a cambio de ceder Gaviota a los hermanos Castro.
Los de Valdés contaban con chinos y venezolanos en la alineación y se sabía. Lo que no se sabía es que los Castro contaban con unos rusos con dinero. Lo mismo el reparto del PIB de la Isla todavía no está concluido y, siempre según los analistas más viperinos, hacen falta todavía unas cuantas partidas de domino bien regadas con whisky de malta para cerrar el acuerdo.
