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Hasta siete países se asuentan de la reunión de cancilleres de la Celac

Se acentúa la soledad internacional de Maduro

Bandera de Venezuela

La reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se salda sin poder tomar acuerdos o emitir una resolución por la ausencia de siete países. Después de confirmar la semana pasada que iniciaba los trámites para abandonar la Organización de Estados Americanos (OEA), el Gobierno de Nicolás Maduro ha iniciado una ofensiva a la búsqueda de nuevos foros en los que buscar apoyos internacionales.

Un movimiento necesario para contrarrestar las llamadas a dar un paso al lado que el Ejecutivo venezolano recibe, cada semana que pasa con mayor frecuencia, tanto desde desde organismos multilaterales como desde terceros países. Incluso desde aquellos que antaño fueron aliados y que hoy, bajo nuevos Gobiernos, ya no ofrecen su simpatía.

Sin embargo, su primer intento ha resultado valdío, por no decir un fracaso. Venezuela convocó la semana pasada a una reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), organismo creado en 2011 impulsado por Hugo Chávez precisamente como una alternativa a la OEA.

Pero ni tan siquiera en dicho organismo ha conseguido un acuerdo formal que lo respalde. Y es que, pese a que la citada cumbre se celebró ayer en El Salvador, siete países se ausentaron lo que imposibilitó llegar a un acuerdo formal por falta de quórum.

Toda una muestra de que el apoyo regional al Gobierno venezolano ya no es el de otras épocas. De esta forma, el encuentro se celebró con la presencia de 26 de los 33 países miembros, de los cuales además la mitad se oponene a Maduro.

O al menos esos 13 países forman parte de los 19 miembros de la OEA que convocaron la reunión de cancilleres sobre Venezuela que llevó al Gobierno de Maduro a anunciar su salida. Mientras que Bahamas, Barbados, Brasil, México, Paraguay y Perú, son los otros seis que, junto a Trinidad y Tobago, coinciden con los que se ausentaron ayer.

De esta forma, el llamdo general al diálogo en Venezuela con el que se saldó la reunión de la Celac no pudo dar lugar a ninguna resolución, pese a que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, pretendiesa venderla como un «triunfo contra el intervencionismo» y «una condena» al secretario general de la OEA, Luis Almagro.

Una línea en la que intentó incidir Hugo Martínez, canciller de El Salvador, aliado de Maduro, al señalar que tampoco hubo ningún país ?que manifestara estar en contra del diálogo como vía de salida para la situación en Venezuela?; pero que en el actual panorama de aislamiento internacional del país venezolano supone un escaso consuelo para las pretensiones de su Ejecutivo.

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