Una bella voz, una guitarra acústica y algunas leves secuencias de teclado. Estos son los principales ingredientes utilizados por la artista ecuatoriana Sara Ontaneda para elaborar su sutil propuesta sonora. Una bella voz, una guitarra acústica y algunas leves secuencias de teclado. Estos son los principales ingredientes utilizados por la artista ecuatoriana Sara Ontaneda para elaborar su sutil propuesta sonora.
Joven, pero sobradamente preparada, como se decía en aquellos anuncios de automóviles de la década de los noventa, Sara ha realizado estudios musicales en la muy exclusiva Universidad de Berkley, antes de lanzarse a los escenarios.
Allí tuvo tiempo para profundizar en las músicas que le apasionan, desde el jazz a la bossa nova, e integrarlas con su manera particular de entender la música. Una mezcla sensual y diferente que ha constituido la raíz de su estilo.
La oferta musical de Sara ya está disponible en la Red, en forma de EP de cinco canciones. El recién editado, ‘Marte y Júpiter’, que, de momento, ya ha servido para que esta cantante y compositora reciba unos cuántos elogios de la crítica global.
El disco ha conseguido, por ejemplo, ser seleccionado por la página web especializada ‘Zona de Obras’ como una de sus ‘apuestas’ de futuro gracias, según dicen, al particular universo sonoro Ontaneda en el que se combina con destreza lo acústico y lo electrónico.
Los expertos de esta publicación ‘on line’ opinan que Sara forma parte de ese grupo de artistas femeninas, desde Julieta Venegas a Ana Tijoux, que en los últimos tiempo está escribiendo las páginas más floridas del nuevo pop latino.
