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Santos prorroga por 27 días la tregua con las FARC para buscar un acuerdo

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha prorrogado por 27 días el alto el fuego bilateral y definitivo decretado en agosto pasado, como consecuencia de la incertidumbre que generó el rechazo a lo pactado con las FARC en el plebiscito del domingo anterior. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha prorrogado por 27 días el alto el fuego bilateral y definitivo decretado en agosto pasado, como consecuencia de la incertidumbre que generó el rechazo a lo pactado con las FARC en el plebiscito del domingo anterior.

«Se decretó que el cese bilateral y definitivo hasta el 31 de octubre y espero que, a ese momento, podamos concretar los acuerdos que nos permitan solucionar este conflicto», dijo el mandatario en una corta declaración desde la Casa de Nariño, sede de su Gobierno.

Aunque el mandatario había asegurado tras la derrota en las urnas que el resultado no tendría efectos en el alto el fuego declarado por las partes, tuvo que poner una fecha límite debido a que el acuerdo no fue refrendado y por tanto no ha entrado en vigencia.

«No podemos prolongar este proceso ni este diálogo por mucho tiempo, pues estamos en una zona gris, una especie de limbo que es muy riesgoso y peligroso», puntualizó el jefe de Estado.

Tras el anuncio, el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, preguntó si al cabo del tiempo estipulado por Santos la guerra se reanudaría se no encontrar salidas.

«@JuanManSantos anuncia que el cese al Fuego con las @FARC_EPueblo va hasta el 31 de octubre ¿De ahí para adelante continúa la guerra?», escribió en su cuenta de Twitter Londoño, quien está desde la semana pasada en Cuba, país que fue sede de los diálogos por casi cuatro años.

Asimismo, el miembro del equipo negociador de las FARC Félix Muñoz, conocido con el alias de «Pastor Alape», respondió a Londoño en la misma red social afirmando que «todas las unidades de la guerrilla deben empezar a moverse a posiciones seguras para evitar provocaciones».

«Ubicación de nuestras unidades a sitios seguros es para evitar provocaciones de quienes se oponen al acuerdo de paz, pero #LaPazNoSeDetiene», explicó «Alape».

Tras la derrota en las urnas, en donde primó el rechazo a los acuerdos con las FARC con un 50,21 por ciento de los votos frente a un 49,78 que votó a favor, se ha planteado la posibilidad por parte de los promotores del «no» de revisar algunos puntos del texto de 297 páginas firmado por el Gobierno y las FARC.

No obstante, la administración de Santos ha insistido en que esa decisión está en manos de las FARC, grupo que cumple un alto el fuego unilateral desde el 20 de julio de 2015 y cuyos efectos han arrojado, según organizaciones que estudian el conflicto colombiano, los niveles más bajos de violencia en los últimos 52 años.

«La decisión de si se abren o no los acuerdos es más una decisión de las FARC «, dijo la canciller colombiana, María Ángela Holguín, integrante de la comisión que Santos envió a La Habana para discutir lo ocurrido con la guerrilla, junto al jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

El mandatario confirmó hace pocas horas que mañana miércoles se reunirá con su antecesor y ahora senador Álvaro Uribe y con el también ex mandatario Andrés Pastrana, ambos opositores al proceso de paz con las FARC, para escuchar sus objeciones sobre el acuerdo final firmado el pasado 26 de septiembre en Cartagena de Indias.

Uribe, líder del opositor partido de derecha radical Centro Democrático, no se reúne con Santos desde la toma de posesión de éste en 2010, lo cual generó gran expectativa en el país. Ambos rompieron relaciones y la crisis se agudizó cuando el actual Gobierno inició diálogos con las FARC en 2012.

También Santos se reunió este martes con líderes gremiales que se comprometieron a trabajar en un «gran pacto nacional» para salvar el acuerdo de paz «pero con celeridad».

«Agradezco el apoyo unánime del Consejo Gremial Nacional (CGN) para trabajar juntos por Colombia y dar celeridad a un diálogo nacional eficiente y realista», dijo Santos.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, pidió a los partidos políticos del país «asumir con responsabilidad el reto» que tienen «por delante», y calificó como una «oportunidad de oro» el encuentro de Santos con Uribe y Pastrana.

Ante la situación de incertidumbre que vive el país, varios dirigentes políticos y analistas han señalado que en caso de que la negociación no sea reabierta, el acuerdo de paz podría ser implementado directamente por el Congreso o por una Asamblea Constituyente que sería conformada para analizar el caso y de paso reformar la Constitución.

La dificultad que tiene el Gobierno para implementar el acuerdo de paz es más política que jurídica, pues Santos no estaba obligado a convocar a un plebiscito para que el país se pronunciara.

De hecho, en los procesos de paz de las tres últimas décadas, en el marco de los cuales varios grupos armados han suscrito acuerdos de paz similares, ningún Gobierno ha apelado a un referéndum popular.

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