La canción de autor en castellano ha perdido esta semana a uno de sus grandes valedores, el artista cubano Santiago Feliú. La canción de autor en castellano ha perdido esta semana a uno de sus grandes valedores, el artista cubano Santiago Feliú.
Adalid de la ‘Novísima Trova’, el grupo que continuó el trabajo iniciado por Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, entre otros, y del que también formaban parte Carlos Varela o Frank Delgado, Feliú inauguró una forma de componer mucho más crítica que sus antecesores, en la que, desde la ironía, era capaz de señalar más de un ‘defecto’ del régimen político de su país.
Esa capacidad de señalar lo que no le gustaba no siempre le proporcionó un entorno favorable para su trabajo en la isla, pero si le hizo conectar con su generación, la de los ochenta, nacida ya tras la revolución, en la que se empezó a instalar el germen del desencanto tras la caída de la URSS.
Fallecido de un infarto a los 51 años, Feliú era, además, un guitarrista excepcional, con un estilo verdaderamente único de plantearse el acompañamiento de las canciones. Su condición de zurdo y el hecho que, en contra de lo habitual en esta clase de instrumentistas, mantuviera en la guitarra el orden de las cuerdas usado por los diestros, aportaba matices inesperados a su sonido.
Autor de canciones inolvidables como ‘Mi mujer es muy sensible’, ‘Para Bárbara’ o ‘Búscame’, sin gozar de tanta popularidad como sus maestros, si tenía un público fiel tanto en España como en Latinoamérica que no faltaba nunca a sus interesantes conciertos en directo.
