La presidenta de Brasil ha dicho este martes que no puede explicar por qué el país no está creciendo más rápido, después de que la economía apenas se haya expandido en el primer trimestre de 2014. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha dicho este martes que no puede explicar por qué Brasil no está creciendo más rápido, después de que la economía apenas se haya expandido en el primer trimestre de 2014, frustrando a muchos votantes de clase media justo cuando el país se encamina a unas elecciones presidenciales.
En una entrevista con un pequeño grupo de periodistas internacionales, recogida por Europa Press, Rousseff ha agregado, sin embargo, que la moneda brasileña ha tenido seis meses de «total estabilidad» y que la inflación está disminuyendo.
El real se ha debilitado levemente este martes, después de perder un 2,5 por ciento durante los últimos días frente al dólar a su nivel más débil en dos meses.
En este contexto, Rousseff ha asegurado que no tiene intenciones de cambiar la meta de inflación del país de un 4,5 por ciento, más o menos dos puntos porcentuales, aunque la inflación se haya mantenido alta durante los últimos años, entre un 5,5 y un 6,5 por ciento.
