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Ronaldo, Ricky Martin, Antonio Banderas y Paulo Coelho exigen a los países ricos que no cedan ante la pobreza

La Cumbre de la ONU sobre los Objetivos del Milenio ha contado con la presencia de celebridades de la talla de Antonio Banderas o Ronaldo, los cuales han exigido a los países desarrollados más ayuda y atención a los problemas del Tercer Mundo. Mientras, la UE ha anunciado que ofrecerá 1.000 millones de euros a los países más pobres, y Zapatero y Sarkozy han propuesto la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras que estaría destinado a la ayuda al desarrollo. La Cumbre de la ONU sobre los Objetivos del Milenio ha contado con la presencia de celebridades de la talla de Antonio Banderas o Ronaldo, los cuales han exigido a los países desarrollados más ayuda y atención a los problemas del Tercer Mundo. Mientras, la UE ha anunciado que ofrecerá 1.000 millones de euros a los países más pobres, y Zapatero y Sarkozy han propuesto la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras que estaría destinado a la ayuda al desarrollo.

Muchos personajes populares se han acercado a la Cumbre por los Objetivos del Milenio para pedir a las grandes naciones que pongan de su parte y ayuden por un mundo menos pobre y más justo, en una semana en el que todos los gobernantes se acuerdan por un día de lo mal que viven muchas millones de personas.

En el acto de la ONU se pudo ver a personajes latinos como al futbolista brasileño Ronaldo, al cantante puertorriqueño Ricky Martin, el actor español Antonio Banderas o el escritor brasileño Paulo Coelho.

La medida más destacada ha sido el anuncio de la Unión Europea de la oferta de 1.000 millones de euros “para los países más comprometidos” en la buena gestión de los fondos a favor del desarrollo “y a los países más pobres”, explicó la portavoz de Barroso.

Por otro lado, el presidente francés Nicolás Sarkozy y el español, Jose Luis Rodríguez Zapatero, llamaron en la cumbre de la ONU a establecer un impuesto a todas las transacciones financieras, para financiar los objetivos de desarrollo global. El presidente francés ha anunciado un aumento del 20% de la contribución de su país al fondo de la lucha contra el sida, la tuberculosis y el paludismo. Además, ha dicho que la crisis «no puede ser una excusa para frenar la ayuda a los países pobres».

Todavía quedan por aparecer los presidentes de las naciones latinas más poderosas, como Lula o Calderón. Mientras tanto, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, afirmó hoy en la ONU que «el acceso a los mercados internacionales es tan importante como la ayuda oficial al desarrollo», subrayó que el cumplimiento de los ODM adoptados hace diez años por la comunidad internacional requieren «actuar con mayor energía y acelerar el paso».

La solidaridad de los países de alta renta, la buena gestión de los Gobiernos de los países beneficiarios y el esfuerzo de los ciudadanos, son a su criterio indispensables para terminar con las enfermedades endémicas, el hambre y la ignorancia.

La desigual e injusta distribución de la riqueza impedirán el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), aseguró hoy el presidente de Bolivia, Evo Morales. Morales instó a cambiar la práctica de ver a la pobreza solo desde el punto de vista de sus efectos y llamó a enfocar el problema sobre las causas que la provocan.

Consideró que la injusta distribución de la riqueza crea la pobreza y que en las condiciones del actual orden económico mundial no se podrá terminar con ese lastre.

También propuso declarar todos los servicios básicos como derechos humanos y constituir un Banco del Sur, «no solo de Suramérica, sino de África, Asia y América Latina, incluida China».

La Cumbre de la ONU sobre los ODM reunirá del 20 al 22 de septiembre a 192 dirigentes de todo el mundo para revisar los compromisos adoptados hace diez años para reducir el hambre y la pobreza extrema en el mundo además de otras metas para impulsar el desarrollo.

Los ODM, adoptados en el año 2001, constituyen un conjunto amplio de compromisos para el desarrollo que establece metas concretas y medibles para abordar la pobreza extrema y las privaciones de los derechos humanos relacionados con ésta, como la falta de agua y saneamiento adecuados y la mortalidad de niños y niñas como resultado de enfermedades que se pueden prevenir.

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