La agencia de noticias británica Reuters ha ‘anunciado’ desde La Habana un proyecto de microcréditos en pesos convertibles para los cuentapropistas en Cuba. De confirmarse esta información, se iniciaría en la Isla una nueva etapa en el apoyo de la expansión del sector privado. Pero algunos expertos tienen serias dudas sobre la viabilidad del plan. La agencia de noticias británica Reuters ha ‘anunciado’ desde La Habana un proyecto de microcréditos en pesos convertibles para los cuentapropistas en Cuba. De confirmarse esta información, se iniciaría en la Isla una nueva etapa en el apoyo de la expansión del sector privado. Pero algunos expertos tienen serias dudas sobre la viabilidad del plan.
Estos créditos, que servirían de capital inicial para futuros negocios, serían entregados inicialmente a través del estatal Banco de Crédito y Comercio, en vez de asignarlos directamente a los individuos. En esta situación, Cuba tendría que autorizar a los receptores de los créditos a abrir cuentas en moneda extranjera.
La agencia británica asegura que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo donará 490.000 euros, que llegaría en 2011, para que sean distribuidos en forma de microcréditos. Los destinatarios de estos préstamos sería para agricultores que cultivan tierras estatales en concesión.
También aseguran que España ha ofrecido 4 millones de euros para financiar posibles créditos en condiciones muy favorables, y que la Unión Europea ha estudiado la posibilidad de donar hasta 2 millones de euros para esta causa.
Desde fuera de Cuba han surgido apoyos a esta idea, como la del ministro de Relaciones Exteriores brasileño, que propuso a Castro asesoramiento brasileño para desarrollar pequeñas y grandes empresas en la Isla.
Pero hay dudas acerca de la realización de este plan. La distribución correcta de los microcréditos no termina de convencer a los observadores internacionales. En los ambientes diplomáticos europeos en La Habana existen serias dudas de que este proyecto de microcréditos se pueda llevar a cabo en la Isla, sobre todo porque la estructura que tienen los bancos cubanos es muy débil y muy poco fiable, lo que no parece que puedan asegurar la distribución del dinero entre los potenciales interesados en los préstamos.
Además, Cuba no pertenece a ningún organismo multilateral de crédito internacional, como el FMI o el Banco Mundial, por lo que el éxito de los pequeños préstamos dependerá de los créditos de naciones amigas.
Y de realizarse el proyecto, sería una situación muy novedosa, e incluso extraña, ya que no comulga con los principios socialistas que predominan en Cuba.
