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El acuerdo de la petrolera con Rosneft afianza la alianza energética venezolana con Rusia

Putin sale al rescate de PDVSA

Vladímir Putin, presidente de la Federación Rusa

El acuerdo de la petrolera con la rusa Rosneft no podría llegar en mejor momento después de las noticias negativas que la empresa estatal venezolana ha protagonizado a lo largo de esta semana. Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha suscrito cuatro acuerdos binacionales con la petrolera estatal rusa Rosneft que, según el ministro de Petróleo y Minería venezolana, Eulogio Del Pino, garantizarán la inversión de unos 20.000 millones de dólares en cinco empresas mixtas petroleras instaladas en el país suramericano.

De esta forma, estas entidades, que en la actualidad producen unos 170.000 barriles diarios de crudo, pasarán a aumentar la producción a un millón de barriles diarios en los próximos años, según ha anunciado Del Pino. Asimismo, la firma de estos acuerdos reforzará también la industria petroquímica y en concreto al Complejo Petroquímico Ana María Campos.

Una serie de acuerdos que no podrían llegar en mejor momento para su homóloga venezolana después de la atención negativa que ha recibido PDVSA a lo largo de esta semana. Así, a comienzos de la misma, el ministro coordinador de Sectores Estratégicos de Ecuador, Rafael Poveda, confirmaba la salida de la petrolera del campo de extracción de crudo de Sacha, en la Amazonía ecuatoriana, que hata la fecha, ha estado operando junto la nacional Petroamazonas.

Una noticia que se conocía en paralelo a nuevas revelaciones de Reuters sobre la sospechosa licitación por la que en agosto de 2015 la petrolera estatal venezolana concedía un multimillonario proyecto en la Faja del Orinoco a Trenaco. Es decir, una operación por la que una pequeña empresa de transporte y comercio de petróleo sin experiencia previa relevante y con sede en Suiza, pese a que su actividad principal se desarrolla en Colombia, se imponía a líderes de la industria para quedarse con el contrato de unos 4.500 millones de dólares.

Todo ello sumado al momento crítico que atraviesa el país presidido por Nicolás Maduro. Sin embargo, todo ello ha venido a paliarse en parte gracias a este acuerdo con la petrolera con sede en las inmediaciones del Kremlin. Una empresa que se convirtió en líder tras la compra de activos del ex gigante petrolero Yukos en una subasta ejecutada por el estado ruso después de la quiebra de una de sus mayores corporaciones.

Se trató del gigante en la producción de petróleo y petroquímicos, que cayó en la quiebra después de la detención de su fundador, Mijaíl Jodorkovski, tras un enfrentamiento con el presidente ruso Vladimir Putin.

Sin embargo, las relaciones entre Rusia y Venezuela caminan en la dirección contraria a la de aquel enfrentamiento como ha venido a señalar el propio Nicolás Maduro al afirmar: «Estos acuerdos vienen a ratificar lo correcto que es el camino que se ha tomando, seguiremos juntos, construyendo».

Por su parte, Del Pino, responsable de firmar el acuerdo con el responsable de Rosneft, Igor Sechin, enfatizó la «gran alianza estratégica que se fortalece con el apoyo de la empresa estatal petrolera más importante de Rusia». Asimismo, declaró que ya se están viendo resultados muy concretos en los diferentes proyectos que desarrollan conjuntamente los dos países.

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