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Piñera y Evo, en horas bajas, recuperan la bronca de la salida al mar

Escalada de tensión en el contencioso que Chile y Bolivia mantienen por la salida al mar que Evo Morales le reclama a Sebastián Piñera, presidente chileno. Morales ha anunciado que informará esta semana a la Organización de Estados Americanos (OEA) de los pasos legales que pondrá en marcha para llevar su reclamación ante los tribunales internacionales, algo que no ha caído nada bien en Chile, cuyo ministro de Defensa, Andrés Allamand, ha respondido que las Fuerzas Armadas chilenas están preparadas para proteger la soberanía y unidad territorial de su país. Los presidentes de ambos países encaran malos momentos de popularidad entre sus ciudadanos. Escalada de tensión en el contencioso que Chile y Bolivia mantienen por la salida al mar que Evo Morales le reclama a Sebastián Piñera, presidente chileno. Morales ha anunciado que informará esta semana a la Organización de Estados Americanos (OEA) de los pasos legales que pondrá en marcha para llevar su reclamación ante los tribunales internacionales, algo que no ha caído nada bien en Chile, cuyo ministro de Defensa, Andrés Allamand, ha respondido que las Fuerzas Armadas chilenas están preparadas para proteger la soberanía y unidad territorial de su país. Los presidentes de ambos países encaran malos momentos de popularidad entre sus ciudadanos.

Pese a que Bolivia deseaba mantener el diálogo, a pesar de la internacionalización del litigio, Chile ha anunciado que congela toda comunicación con su vecino hasta nuevo aviso. Allamand ha declarado que con sus acciones, Bolivia «se coloca a sí misma en una posición de clausura al diálogo», y que «Chile hará ver oportunamente en las instancias que corresponda cuál es su posición apegada al derecho internacional».

Sin embargo, las declaraciones más explosivas se han producido cuando Allamand ha indicado que Chile «tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial». Una alusión a las armas que ha caldeado el ambiente entre ambos países.

Bolivia perdió su salida al mar tras una guerra contra Chile que terminó en 1904 con la firma de un tratado de amistad. Sin embargo, el país boliviano ha cargado tradicionalmente contra la injusticia del acuerdo, y reclama que le sea devuelta la posibilidad de acceder al océano Pacífico. La apelación de Morales a la OEA no es baladí, puesto que el organismo supranacional ha apoyado ya en otras ocasiones sus reclamaciones. En 1979 emitió una resolución que afirmaba que la “cuestión marítima es un asunto de interés hemisférico permanente, y es necesario encontrar una solución justa y equitativa, que proporcione a Bolivia un acceso soberano y útil al océano Pacífico”. Sin embargo, Chile se ha mostrado renuente a avanzar en esa dirección.

Las conversaciones para facilitar una salida al mar con soberanía para Bolivia se iniciaron en 2006 con el gobierno de Michelle Bachelet y volvieron a ser retomadas recientemente con Sebastián Piñera en la presidencia de Chile. Por el contrario, pese a que se ha establecido un programa de debate que cuenta con 13 puntos, los escasos avances no han satisfecho a Morales, que ha preferido acudir a instancias internacionales, lo que ha desatado ahora las iras del ministro de Defensa chileno, Allamand.

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