El Gobierno de Chile ha anunciado que cambiará la financiación directa de las Fuerzas Armadas del país por un presupuesto plurianual que deberá ser aprobado en el Congreso. De este modo, el presidente Sebastián Piñera da fin a la Ley Reservada del Cobre, que otorga a los militares el 10% de las ventas brutas de la empresa estatal de cobre Codelco. El mandatario se ha comprometido a que la reforma llegue al Parlamento antes del 21 de mayo. El Gobierno de Chile ha anunciado que cambiará la financiación directa de las Fuerzas Armadas del país por un presupuesto plurianual que deberá ser aprobado en el Congreso. De este modo, el presidente Sebastián Piñera da fin a la Ley Reservada del Cobre, que otorga a los militares el 10% de las ventas brutas de la empresa estatal de cobre Codelco. El mandatario se ha comprometido a que la reforma llegue al Parlamento antes del 21 de mayo.
Representantes del Ministerio de Hacienda y Defensa se reunieron con el presidente chileno Sebastián Piñera para tratar la derogación de la Ley Reservada del Cobre. Esta legislación obliga a Codelco, la empresa estatal chilena dedicada a la extracción y comercialización del cobre, a transferir el 10% del dinero generado por las ventas de ese metal a las Fuerzas Armadas del país. Desde 1976 ha permitido a los militares adquirir armamento sin los controles que se aplican a las demás compras públicas.
Piñera busca reemplazar el sistema de financiación por otro que se integre al presupuesto nacional, un gasto más coherente. El cambio también pretende dar estabilidad económica a largo plazo y que los recursos no queden limitados por el precio del cobre. Incluirá un programa elaborado con un horizonte de 12 años, un presupuesto plurianual que deberá contar con el permiso del Congreso y un fondo de contingencia para casos de emergencia.
El presidente fijó como objetivo enviar antes del 21 de mayo al Congreso los proyectos de ley, para lo que solicitó a todas las fuerzas políticas a dar sus votos para sacar adelante la nueva legislación.
Con esta reforma, que daría transparencia a los recursos utilizados en Defensa, Piñera se hace cargo de una de las áreas más complejas: las compras militares, las que en Chile son secretas pese a que esos procesos son públicos por parte de los proveedores de armas en el país.
Chile se ha convertido en uno de los países del mundo que más dinero gasta en armas. El presupuesto del Ejército chileno es muy superior al de sus vecinos, Bolivia y Perú. Desde 1990, el gasto en armamento ha rondado los 10.000 millones de dólares (7.235 millones de euros), incluidos submarinos, cazabombarderos y tanques.
