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Piedra en el camino…

México complica los planes de Washington y París para el FMI Con su candidatura anunciada formalmente, Christine Lagarde, actual ministra de Finanzas francesa, aspira a presidir el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese parece ser el deseo de París, Washington, Bruselas y Pekín. Sin embargo, México no desespera y mantiene -e incluso impulsa- la candidatura de su banquero central, Agustín Carstens.

Las bazas de Carstens son dos: la primera es que representaría a las economías emergentes si es elegido director gerente del FMI y la segunda es que su país ya ha resuelto una crisis de deuda parecida a la que atraviesa ahora la zona del euro, y que es uno de los principales argumentos de Europa para mantener el control del FMI. Desde Bruselas aseguran que nadie mejor que un Europeo para hacer frente a los problemas del Viejo Continente.

El apoyo de Washington a Lagarde posiblemente se deba, entre otras cosas, a su pasado en un despacho de abogados estadounidense: Baker & Mckenzie.

Este despacho es uno de los más importantes del país y entre sus servicios ofrecidos más recientes -expuestos en su propio portal- se incluye el asesoramiento a Wall Street para evitar toparse con las regulaciones que se están estudiando actualmente para los mercados.

Además, París situaría a un aliado al frente del FMI. Hasta ahora el director gerente del Fondo era Dominique Strauss-Kahn, un político galo de carácter socialista que se iba a enfrentar al presidente Nicolas Sarkozy en las próximas elecciones generales galas.

Strauss-Kahn era, hasta que fue detenido por supuesto intento de violación, el favorito. Con Lagarde al frente de la institución, la comunicación entre París y el FMI puede mejorar.

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