El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y los líderes de los principales líderes del país han reanudado en Pacto por México con la firma de un anexo que impide el uso electoral de los programas sociales. Con ello, se da por finalizada la crisis del acuerdo que comenzó hace unas semanas. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y los líderes de los principales líderes del país han reanudado en Pacto por México con la firma de un anexo que impide el uso electoral de los programas sociales. Con ello, se da por finalizada la crisis del acuerdo que comenzó hace unas semanas.
Sin embargo, este compromiso de transparencia y equidad podría dar al traste con una de las iniciativas más ambiciosas del mandatario mexicano, el programa ‘Cruzada contra el hambre’.
El relanzamiento del pacto y las concesiones de Peña Nieto no han traído la paz entre las distintas formaciones. Así, en la ceremonia los líderes políticos se lanzaron acusaciones sobre malas prácticas políticas. El dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, enseñó durante su intervención en el acto de suscripción una fotografía con la que denunció la presencia de “comités de acción política y social” en el estado de Coahuila, en el norte del país.
Madero aseguró que con esta denuncia no pretendía acabar con el acuerdo, sino “fortalecer la democracia, la transparencia, el combate a la corrupción y no tratar de minimizar delitos que se denuncian con la utilización de recursos sociales para usos electorales”.
Pero el gesto no fue bien recibido ni por el presidente mexicano ni por el dirigente nacional de su partido, el PRI, César Camacho, quien contestó que no se puede «dar paso a las suspicacias y suponer que todo lo que se pinta de un color tiene detrás alguna intención malsana».
