Otro revés para Dilma Rousseff, cuyas últimas semanas han sido bastante difíciles. Tras la aprobación de una reforma impulsada por la industria agropecuaria que reduce la protección de las selvas y la lucha constante contra la inflación, uno de los puntos débiles del crecimiento brasileño, ahora la Fiscalía y la oposición estrechan el cerco sobre Antonio Palocci, su jefe de gabinete y número dos del gobierno, acusado de enriquecimiento ilícito. El escándalo comenzó cuando el diario Folha de Sao Paolo desveló que Palocci, ministro de Finanzas hasta 2006, ha aumentado 20 veces su patrimonio en los últimos cuatro años. Incluso Lula se ha visto obligado a entrar de nuevo en el ruedo de la política para recomendar a Palocci que evite que el caso salpique a Dilma. Otro revés para Dilma Rousseff, cuyas últimas semanas han sido bastante difíciles. Tras la aprobación de una reforma impulsada por la industria agropecuaria que reduce la protección de las selvas y la lucha constante contra la inflación, uno de los puntos débiles del crecimiento brasileño, ahora la Fiscalía y la oposición estrechan el cerco sobre Antonio Palocci, su jefe de gabinete y número dos del gobierno, acusado de enriquecimiento ilícito. El escándalo comenzó cuando el diario Folha de Sao Paolo desveló que Palocci, ministro de Finanzas hasta 2006, ha aumentado 20 veces su patrimonio en los últimos cuatro años. Incluso Lula se ha visto obligado a entrar de nuevo en el ruedo de la política para recomendar a Palocci que evite que el caso salpique a Dilma.
El anuncio de que la Fiscalía investigará a Palocci ha caído como un jarro de agua fría en el gobierno de Dilma, que hasta ahora había conseguido evitar que su número dos tuviera que declarar ante el Congreso, forzado por la oposición. Lula advirtió a Palocci que debía evitar a toda costa que los parlamentarios abrieran una comisión de investigación, algo que podría pasarle factura al gobierno de Dilma Rousseff.
«Pese a que la prensa ha informado de un considerable crecimiento patrimonial del afectado, no se han presentado públicamente justificaciones que permitan verificar la compatibilidad de los servicios prestados con los abultados valores recibidos», ha señalado el fiscal Roberto Gurgel a través de una nota con la que justifica la puesta en marcha de una investigación.
Según desveló el diario Folha, Palocci ha hecho compras inmobiliarias (un piso y una oficina) por valor de alrededor de 4,5 millones de dólares, una cifra muy alejada de los 230.000 dólares que había declarado como patrimonio antes de 2007 y los 600.000 que cobró durante su mandato como congresista, que terminó en 2010. La explicación de Palocci de que esos ingresos ocultos que le permiten realizar esas compras proceden de una empresa, Projeto, que fundó en 2006, no han convencido ni a la oposición, ni a los medios, ni a la Fiscalía.
«Aseguro que el ministro Palocci está dando todas las explicaciones necesarias. Espero que esta cuestión no sea politizada», ha declarado la presidente brasileña, Dilma Rousseff, quien considera que todo el caso ha sido impulsado para poner en crisis al gobierno. Palocci ya se vio envuelto en un caso de corrupción en año 2006, que le obligó a dimitir como ministro de Finanzas de Lula y del que finalmente ya fue absuelto.
