El presidente de EEUU, Barack Obama, continúa la política de embargo a Cuba de sus predecesores con la prórroga de las sanciones de la Ley contra el Comercio con el Enemigo. Pese a los planes de apertura de los últimos meses la extensión anual del embargo cubano, vigente desde 1963, es una decisión rutinaria efectuada por todos los presidentes estadounidenses desde mediados de los años 70. El presidente de EEUU, Barack Obama, continúa la política de embargo a Cuba de sus predecesores con la prórroga de las sanciones de la Ley contra el Comercio con el Enemigo. Pese a los planes de apertura de los últimos meses la extensión anual del embargo cubano, vigente desde 1963, es una decisión rutinaria efectuada por todos los presidentes estadounidenses desde mediados de los años 70.
Obama suscribió el pasado viernes 11 de septiembre un memorándum a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y al titular del Tesoro, Tim Geithner , en el que afirma que la continuación durante un año de estas restricciones a Cuba es conveniente para salvaguardar los intereses de Estados Unidos.
La renovación de esta ley, que prohíbe que las empresas estadounidenses puedan hacer negocios con la isla, tiene carácter rutinario y los mandatarios anteriores la habían prorrogando anualmente. La última extensión expiraba el pasado 14 de septiembre.
La ley contra el Comercio con el Enemigo, que data de 1917 y se aprobó con vistas a la entrada de EEUU en la Primera Guerra Mundial, prohíbe que las firmas estadounidenses comercien con países hostiles. Fue la que se utilizó en 1963 para imponer el embargo económico contra Cuba.
El fin de esas restricciones entró en vigor el pasado día 3, cuando el Departamento del Tesoro emitió nuevas normas que estipulan que los estadounidenses con familiares cercanos en la Isla, como tíos, primos carnales y segundos, podrán visitar Cuba tantas veces como quieran y quedarse el tiempo que deseen.
Como parte de esa apertura, representantes del Departamento de Estado y de la oficina de intereses cubanos en Washington han mantenido una serie de contactos, el último de ellos en Nueva York el pasado julio para hablar de inmigración.