La prensa antichavista ataca de nuevo. En esta ocasión se hacen eco de las declaraciones del presidente de Parlamento uruguayo, Jorge Oviedo Matto, que acusó a los emisarios de un hermano del presidente venezolano de querer comprar su entrada a Mercosur. La prensa antichavista ataca de nuevo. En esta ocasión se hacen eco de las declaraciones del presidente de Parlamento uruguayo, Jorge Oviedo Matto, que acusó a los emisarios de un hermano del presidente venezolano de querer comprar su entrada a Mercosur.
Así ha respondido Matto a las palabras de Chávez, que acusó en su momento a los legisladores paraguayos de querer dinero a cambio de la entrada de Venezuela en el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Matto ha asegurado que Chávez nunca habló con él, pero añade que mandó emisarios a través de un hermano suyo que ofrecía dinero” a cambio del visto bueno paraguayo. “Lo único que puedo decir es que Chávez mandaba dinero a través de algunos parlamentarios, eso es categórico”, ha insistido.
En cualquier caso, la realidad es que Venezuela ya es un socio de pleno derecho del bloque, pues cuenta con el apoyo de Brasil, Uruguay y Argentina, que justificaron la salida de Paraguay por la destitución de Fernando Lugo, que fue “un golpe de Estado parlamentario”.
Para ellos, en Paraguay se produjo un “quiebre democrático” con la destitución a través de un “juicio político” parlamentario del presidente Fernando Lugo, que fue reemplazado por en el cargo por el entonces vicepresidente, Federico Franco, el pasado 22 de junio.
De este modo, votaron (dejando de lado a Paraguay) el 29 de junio y decidieron que el país de Hugo Chávez sería el cuarto miembro del bloque. Acuerdo que ha entrado en vigor a la largo de esta semana.
En esta reunión ya empezaron los contactos económicos de Venezuela, pues llegó a un acuerdo energético con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. En concreto, Chávez ha anunciado la firma de un convenio con la empresa estatal YPF.
Aunque muchos consideran que la entrada en Mercosur no ha sido una decisión muy meditada, pues la Confederación Venezolana de Industriales (Coindustria) ha instado al Gobierno a revisar “su política económica” y las repercusiones financieras de su entrada en el bloque.
