El presidente de Uruguay, José Mujica, ha aprobado un proyecto de ley a través del cual se penaliza a los propietarios de grandes concentraciones de tierra en el país con el pago de un impuesto. La tasa asciende en función de la extensión del campo que haya adquirido. El presidente de Uruguay, José Mujica, ha aprobado un proyecto de ley a través del cual se penaliza a los propietarios de grandes concentraciones de tierra en el país con el pago de un impuesto. La tasa asciende en función de la extensión del campo que ha adquirido.
El pago del impuesto oscilará según el número de hectáreas que los trabajadores agropecuarios posean. En el nivel más bajo se encuentran los propietarios de tierras de entre 2000 a 5000 hectáreas por las que tendrá que pagar 7, 75 dólares por hectárea (5,93029 euros). Aquellos que tengan las tierras más extensas deberán abonar al Estado 15,65 dólares por hectárea (11,9754 euros).
El Gobierno ha estimado que con esta nueva tasa se recaudarán cerca de 60 millones de dólares (45.911.900 euros) y que afectará a menos de 1.500 productores del país. Sin embargo, organismos como la Federación Rural o la Asociación Rural de Uruguay han criticado la medida al considerarla negativa para el país.
Este proyecto de ley no ha sido compartido por todos los miembros del Gobierno, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y el de Ganadería, Tabaré Aguerre, han rehusado esta reforma que perjudica la economía del país.
