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Mon Laferte

Mon Laferte

Con un pie en su país natal y otro en México, la cantante chilena Mon Laferte ha hecho crecer y consolidarse su propuesta artística en los últimos tiempos, hasta convertirse en una seria aspirante al trono de nueva diva latina. Argumentos no le faltan ni para intentarlo. Con un pie en su país natal y otro en México, la cantante chilena Mon Laferte ha hecho crecer y consolidarse su propuesta artística en los últimos tiempos, hasta convertirse en una seria aspirante al trono de nueva diva latina. Argumentos no le faltan ni para intentarlo, ni quizá para conseguirlo.

Entre la ingenuidad de las pin-ups de la década de los cincuenta del pasado siglo, con esa presencia sexy más bien a su pesar y la potencia racial de las cantantes hispanas que dominaron la escena en los sesenta, Mon juguetea con los el rock and roll suave y fronterizo y los ambientes ‘vintages’ y aprovecha su potencia escénica y su torrente de voz para seducir al público. Masculino y femenino.

En parte gracias a un ‘look’ especialmente afortunado, y quizá también a un evidente talento natural, Laferte ha conseguido abrirse hueco en una escena superpoblada, y complicadísima, donde la competencia es terrible y hay rivales tan poderosas como Carla Morrison, Natalia Lafourcade y hasta la misma Julieta Venegas.

Aun así, Laferte ha sabido diferenciarse de todas ellas y buscar su propio espacio gracias a un sonido de reminiscencias clásicas que, a veces, parece evocar la grandiosidad orquestal de las cantantes estadounidenses de los cincuenta y los sesenta otras buscar el universo acústico y callejero de artistas europeas contemporáneas como Zaz.

Con una larga carrera a sus espaldas, en las que ha tocado los géneros más diversos, desde el garaje hasta el heavy metal, en los últimos tiempos Laferte ha encontrado el repertorio adecuado para llegar a las grandes audiencias. Todo gracias a su disco de 2015 ‘Mon Laferte Vol. 1’, repleto de ‘singles’ letales.

A estas alturas, Laferte ya se ha convertido en un verdadero fenómeno de masas, capaz de convulsionar a las multitudes. De momento, sólo en sus mercados naturales. Pero todo se andará. La contagiosa fascinación que provoca su éxito empieza a expandirse por toda Latinoamérica. Y Europa y EEUU están en el punto de mira.

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