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En paralelo a su entrada hospitalaria, el Congreso brasileño decide si permite juzgarlo

Michel Temer es ingresado mientras se juega su futuro político

Michel Temer, presidente de Brasil

El presidente brasileño ha sido internado en el Centro quirúrgico del Hospital del Ejército al tiempo que el Congreso brasileño decide si permite juzgarlo. El presidente brasileño, Michel Temer, ha sido internado en el Centro quirúrgico del Hospital del Ejército, según desvela el diario O Globo. Una eventualidad a la que ha de enfrentarse mientras el Congreso brasileño decide su futuro político.

Y, aunque desde fuentes de la Presidencia del país carioca citadas por el diario Folha de Sao Paulo, se haya intentado restar importancia a la noticia de la entrada de Temer en el hospital, alegando que su ingreso ya estaba planificado anteriormente; la falta de transparencia con que se ha gestionado el asunto contribuye a sembrar más sombras de duda sobre el presidente brasileño.

Así, el propio O Globo apunta otra versión y es la de que el ingreso en la clínica de Temer se debería a un problema urológico. Con todo, no es éste ni mucho menos el problema más grave al que el presidente no electo ha de enfrentarse a lo largo de este miercoles.

Hoy es el día en el que el plenario del Cámara baja brasileña deberá votar si acepta o rechaza la imputación del mandatario por asociación ilícita y obstrucción a la Justicia, como pidió la fiscalía en una denuncia presentada en septiembre. Pero como Temer es un presidente en activo no puede ser juzgado a no ser que dos tercios de los legisladores de la Cámara de Diputados acepten los cargos.

Además, tan solo hace dos meses, Temer logró vencer la primera acusación en su contra por una amplia mayoría ya que, en medio de una cascada de noticias y acusaciones judiciales que le implican en escándalos de corrupción desde su llegada a la Presidencia tras el impeachment de la presidenta electa Dilma Rousseff, es la segunda vez que se enfrenta a una votación de este tipo.

No en vano, aunque la popularidad del político conservador está bajo mínimos y, por ejemplo, el mes pasado su índice de aprobación bajase al 3%; sigue teniendo muchos aliados en el Congreso. Y es que de los 513 diputados, 185 más también están siendo investigados por corrupción y existe la sensación de que si cae Temer, caen todos.

Asimismo, el presidente no electo, con fama de habíl negociador, convenció, con promesas de nombramientos políticos y ofreciéndoles cientos de millones de dólares en gastos en sus demarcaciones electorales, hasta a 263 diputados para que lo respaldasen en esa última ocasión. No obstante, con las elecciones del año que viene en el horizonte, en las que todos los escaños serán reelegidos; algunos de sus aliados podrían replantearse las consecuencias de respaldar a un líder tan impopular.

En cualquier caso, incluso si el juicio a Temer no sale adelante en esta ocasión, los cargos contra él quedarían suspendidos y continuaría con su mandato, sí; pero la fiscalía podría decidir juzgarlo una vez abandone el cargo en la fecha prevista del 31 de diciembre de 2018.

Y Temer ya ha anunciado que no será candidato a la presidencia en 2018. Su prioridad ha declardo que está ahora en concluir su plan de ajuste y de reformas para el país. Pero todo ello en una coyuntura cada vez más difícil de la que está por ver que salga con buen pie.

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