Por ello considera inminente un anuncio de la Administración Trump al Congreso estadounidense en dicho sentido. El canciller mexicano, Luis Videgaray, ha señalado en el programa de la radio azteca Fórmula Finaciera que espera comenzar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés) a partir de julio y de forma tripartita con EE.UU. y Canadá.
Para ello, dado que es necesario que el Gobierno de Trump notifique al Congreso estadounidense con 90 días de antelación a comenzar las negociaciones, Videgaray espera que dicho anuncio llegue ya en los próximos días.
Además, mientras tanto, también ha apuntado que «será importante que vayan ocurriendo los nombramientos», ya que servirá para tener una imagen más clara de cómo pretende la Administración Trump afrontar la renegociación del citado tratado comercial.
En este sentido, se refirió al nombramiento del represente comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, que será quien tenga la facultad legal para llevar a cabo una negociación bajo el mandato del secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross. Meintras que, por la parte mexicana, será el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, quien acuda a la renegociación.
Unos primeros indicios de la composición de los equipos a los que se refirió señalando: ?Nos debe dar muchísima seguridad porque es un equipo experimentado el equipo negociador mexicano, vamos a tener un calendario, a ambas naciones y Canadá, porque será una negociación trilateral, les conviene que las negociaciones ocurran relativamente pronto?, según declaraciones que recoge la edición mexicana de Forbes.
Sin embargo, Videgaray aseguró que, por su parte, México no sacrificará una buena negociación por hacer una negociación rápida. Además, pretenden cubrir una amplia serie de aspectos no comerciales como migraciones o la lucha contra la droga y el terrorismo.
El ministro mexicano también valoró que la relación entre México y EE.UU. se ha serenado, como muestra de lo cual existe una retórica de menor confrontación. Videgaray incluso pareció aceptar serenamente la construcción del muro en la frontera con su país al señalar que pese a ser «un gesto claramente no amistoso», la decisión de construirlo es de su vecino.
