De nada han servido las protestas de los mexicanos, encabezados por Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial en dos ocasiones por el Partido de la Revolución Democrática, el Senado mexicano empezó a discutir el domingo la reforma energética, que permitiría la entrada de capital privado. De nada han servido las protestas de los mexicanos, encabezados por Andrés Manuel López Obrador, excandidato presidencial en dos ocasiones por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Senado mexicano empezó a discutir el domingo la reforma energética que permitiría la entrada de capital privado y energético en el sector.
El diario El País se ha hecho eco de ello y ha señalado que el documento que deberán analizar los senadores lo redactaron los partidos Revolucionario Institucional (PRI, el gobernante) y Acción Nacional (PAN). Después de hablar largo y tendido sobre algunos puntos en los que diferían, fueron capaces de alcanzar un acuerdo.
El resultado ha sido un proyecto mucho más ambicioso del presentado por el presidente Enrique Peña Nieto en agosto. Dicha iniciativa prevé modificaciones de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y establece que el Gobierno mexicano podrá llevar a cabo contratos de servicios, de utilidad y producción compartida, así como de licencias con compañías del ramo energético, y que será el Estado quien decida el tipo de contrato que se hará con estas empresas y la forma en la que serán compensados.
La izquierda, que también presentó su propio proyecto que no incluía modificaciones en la Carta Magna, no está de acuerdo con todo esto ha asegurad que rechazan de pleno la reforma energética. De hecho, han llamado a sus simpatizantes a volver a tomar la calle ante esta situación.
