El gran genio de la música uruguaya, Martín Buscaglia, sigue creciendo en busca de esa esquiva canción perfecta que siempre se resiste a nacer. El gran genio de la música uruguaya, Martín Buscaglia, sigue creciendo en busca de esa esquiva canción perfecta que siempre se resiste a nacer.
De momento, y a la espera de una continuación para ‘El Pimiento Indomable’, su último disco hasta la fecha, Martin sigue inmerso en proyectos que le lleva a colaborar con todo tipo de artistas.
Nada extraño en la trayectoria de un artista que ha buscado caminos creativos en compañía de compañías tan dispares como Kiko Veneno, quizá más que un alma gemela, Jorge Drexler o Julieta Venegas, por nombrar sólo unos cuantos casos.
Su última aventura le ha unido a otra ‘mala compañía’ casi tan particular e innovadora como el mismo: la cantante y ‘multiinstrumentista’ cubana Yusa, que tiene una mente tan inquieta como la del mismo uruguayo.
Ambos han perpetrado una alianza cuyo primer e interesante fruto es el espectáculo ‘ConClave’, con el que, de momento, están de gira por unas cuantas ciudades argentinas, pero que tiene vocación de continuar y extender su ámbito territorial.
¿Tendremos la posibilidad de verlos en Europa? No sería descartable, dada la amplia parroquia de fans que Buscaglia tiene, por ejemplo, en España. Un país en el que, sin embargo, Yusa todavía no es tan conocida como debería.
Según las crónicas de su espectáculo conjunto que nos llegan de allende los mares, Buscaglia y Yusa comparten distintos instrumentos y cruzan sus repertorios abordando un amplio abanico estilístico que abarca desde la canción de autor más clásica al funk más rítmico y desenfrenado.
Aunque, por supuesto, todo ello surgido desde las raíces comunes que estos dos artistas atípicos comparten y que representa perfectamente el clave, ese pequeño instrumento de percusión que resulta básico para casi todas las músicas latinas.
Hay clave en el ‘candombe’ uruguayo y hay clave en el ‘son’ cubano, dos estilos autóctonos del subcontinente latinoamericano que Buscaglia y Yusa han modernizado y reinterpretado para demostrar su plena vigencia en este siglo XXI.
