Afortunadamente, todavía hay historias que terminan bien. Por ejemplo, el complicado cuento de hadas que han protagonizado en Madrid, Mariel Martínez y la Porteña Tango Trio, cuyo espectáculo, que pone al día esa poderosa música tradicional argentina sin perder su esencia, llena ahora los teatros. Afortunadamente, todavía hay historias que terminan bien. Por ejemplo, el complicado cuento de hadas que han protagonizado en Madrid, Mariel Martínez y la Porteña Tango Trio, cuyo espectáculo, que pone al día esa poderosa música tradicional argentina sin perder su esencia, llena ahora los teatros de la capital de España.
La calidad, la confianza en sí mismos, y la persistencia parecen haber obrado el milagro. Lo que, a algunos de nosotros nos reconcilia con ese esquivo y demasiado previsible público madrileño que, en ocasiones, muestra una cerrazón excesiva a todo lo nuevo.
Ahora que Mariel y sus chicos son la nueva sensación, uno recuerda con poca nostalgia por cierto, alguna que otra actuación de esta banda en la añorada Cueva del Bolero, en la que el encandilado público, no llegaba ni a la decena de personas, camareros incluidos.
Es obvio que se trata de un pasado remoto. Y más atrás quedará aún si el respetable que aún no ha sido seducido por estos enormes artistas escucha con detenimiento su último disco ‘Buenos Aires…Cuando Lejos Me Vi’, que puede adquirirse en sus conciertos o en su página web.
Descubrirán así a unos músicos entusiastas y solventes, capaces del virtuosismo, pero dispuestos a sacrificar la técnica, la pirotecnia y el circo, para conseguir la máxima expresividad posible y para honrar las historias que cuentan y cantan.
Y también la inmensa riqueza de un repertorio, que nos lleva mucho más allá de los tangos mil veces reproducidos y escuchados, sin duda bellos, pero que no son los únicos. Mariel y su Porteña lo saben y han rastreado a fondo hasta encontrar muchos tesoros ocultos que ahora no lo son tanto gracias a ellos.
