El Gobierno lanzó un boletín oficial señalando que “el presidente Nicolás Maduro ordenó una investigación completa y exhaustiva de los hechos suscitados este martes en el centro de la ciudad capital, así como la actuación inmediata de los órganos competentes en la materia.” Como si se tratara de una muletilla necesaria ante cualquier eventualidad, el Gobierno lanzó un boletín oficial señalando que “el presidente Nicolás Maduro ordenó una investigación completa y exhaustiva de los hechos suscitados este martes en el centro de la ciudad capital, así como la actuación inmediata de los órganos competentes en la materia.”
Toda una paradoja porque las acciones del CIPC y el BAE fueron ordenadas por el Ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, quien seguramente hizo conocer del procedimiento al Presidente de la República, tratándose de un tema tan delicado como lo era agredir a los colectivos chavistas. ¿O es que Rodríguez Torres actuó por su cuenta?
El boletín de Miraflores dice que las autoridades del sistema de justicia venezolano, “conforme indicó el Jefe de Estado, se han abocado al esclarecimiento de estos hechos en aras de preservar la paz y la seguridad ciudadana”. Lo que genera sospechas, porque el boletín aparece justo al día siguiente de que el comisario José Gregorio Sierralta, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), informara oficialmente que las cinco personas abatidas durante un operativo en el edificio Manfredir, ubicado en la esquina Glorieta de Quinta Crespo, en Caracas “eran investigadas por llevar a cabo una serie de asesinatos en la Gran Caracas”. Y se largaba a dar detalles del operativo donde explicaba que hubo fue un intercambio de disparos entre el CIPC y “quienes eran integrantes de una banda de expolicías dirigidas por José Odreman”. Es decir, clarísimos los hechos, según la versión oficial.
¿Entonces qué es lo que dice el presidente Maduro que va a investigar? ¿Si el director del CIPC miente? ¿Si realmente los colectivos atacados eran bandas de asesinos? O si la presunta investigación que hará el gobierno no pasará de ser una señal de buena voluntad, dirigida a complacer a aquellos que, en el Poder, defienden y alimentan a estos organismos paramilitares y necesitan algún tipo de espaldarazo?
Porque después de lo visto- cientos de colectivos mejor armados que la policía, dispuestos a todo en la balacera-, ya es hora de que se les rebauticen como lo que son: organismos paramilitares. Y casualmente, fue a los paramilitares a quienes algunos chavistas acusaron de la muerte de Robert Serra.
