El Gobierno de Venezuela culpa a María Corina Machado, diputada independiente por el Estado de Miranda, de haber alentado las revueltas que convulsionan el país desde el 12 de febrero. Para ‘castigarla’ por ello le han quitado el acta parlamentaria alegando “incompatibilidades”. El Gobierno de Venezuela culpa a María Corina Machado, diputada independiente por el Estado de Miranda, de haber alentado las revueltas que convulsionan el país desde el 12 de febrero. Para ‘castigarla’ por ello le han quitado el acta parlamentaria alegando “incompatibilidades”.
El presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, ha declarado sin ningún rodeo (como comentan en el diario español El País) que Machado ya había dejado de ser parlamentaria venezolana al aceptar el viernes en Washington un cargo como embajadora alterna de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), puesto que la Constitución venezolana imposibilita que un diputado tenga otro cargo de gobiernos extranjeros.
En realidad, Machado acudió el viernes a la sede de la OEA para prestar testimonio sobre la crisis políticas de Venezuela ante el Consejo Permanente de esa institución y Panamá le proporcionó un cargo como representante. Esa es la baza que usa el oficialismo para sacar a Machado del escaño y por consiguiente, y sin inmunidad, llevarla ante la Justicia.
Allí, deberá enfrentarse a cargos de homicidio, asociación para delinquir, daño a bienes públicos y traición a la patria, entre otros que ya se le han querido imputar a Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular, recluido en una prisión militar desde hace cinco semanas.
