Los venezolanos llevan desde el pasado jueves de vacaciones. Y todavía les queda disfrutar del martes. Casi una semana de festivos decretada por el actual mandatario, Nicolás Maduro, ha hecho sospechar a los analistas que el líder chavista puede estar intentando calmar la tensión social. Los venezolanos llevan desde el pasado jueves de vacaciones. Y todavía les queda disfrutar del martes. Casi una semana de festivos decretada por el actual mandatario, Nicolás Maduro, ha hecho sospechar a los analistas que el líder chavista puede estar intentando calmar la tensión social con medidas desesperadas.
Fue la semana pasada cuando Maduro reiteró que el jueves 27 de febrero sería festivo con motivo de la conmemoración del Caracazo de 1989. Así, sumando esta fecha a los días de carnaval, que son el 3 y 4 de marzo, los venezolanos han obtenido seis días de vacaciones.
El analista y politólogo John Magdaleno, citado por el diario uruguayo El País, no descarta que esto sea una «estrategia de Maduro para desactivar las manifestaciones en los próximos días». «Va a haber carnaval, va haber parranda, fiesta, disfraces… que viva el carnaval venezolano», dijo Maduro hace una semana ante sus simpatizantes.
Las manifestaciones, oficialistas u opositoras, son ya cotidianas en Venezuela desde principios de febrero y, en total, han dejado una decena de muertos. El pasado domingo centenares de chavistas, en su mayoría de la tercera edad, se manifestaron en el centro de Caracas y fueron recibidos por Maduro.
