Polémico y controvertido, odiado y admirado casi a partes iguales, el compositor y pianista italiano Ludovico Einaudi ha conseguido llegar al gran público, y mantenerse en la cima del éxito, con su particular fórmula mágica que funde la música clásica melódica, con el pop y el folk. Polémico y controvertido, odiado y admirado casi a partes iguales, el compositor y pianista italiano Ludovico Einaudi ha conseguido llegar al gran público, y mantenerse en la cima del éxito, con su particular fórmula mágica que funde la música clásica melódica, con el pop, el folk y los sonidos de raíz.
Einaudi se hizo famoso, sobre todo al principio, por unas bandas sonoras minimalistas que recordaban, y mucho, aquellas que compuso su antecesor, Michael Nyman ilustre estrella de la ‘new age’ noventera a quien el italiano hasta se da físicamente un aire.
Pero, en los últimos tiempos Ludovico parece decidido a correr algún que otro riesgo. Y la apuesta parece salirle bien. Lo más reciente, de momento, es su nuevo álbum titulado ‘Taranta Project’ que se sumerge en la música de la región de Salento en pleno sur de Italia.
El lugar es famoso, sobre todo, por La Notte della Taranta, un festival completo dedicado a los bailes locales, que algún crítico ha descrito como hipnóticos. Unas melodías y unas rítmicas, más animadas de lo habitual en Einaudi.
El pianista ha aderezado esta música, a la que los locales atribuyen propiedades sanadoras contra el infernal veneno de este terrible arácnido, con otras sonoridades cercanas procedentes de Turquía y el Norte de Africa. Con resultados sorprendentes.
Quizá porque en esta ocasión Ludovico ha acertado de pleno al elegir a sus compañeros de aventura. Entre ellos el guitarrista Justin Adams, el intérprete de Kora Ballaké Sissoko y la banda Canzoniere Grecanico Salentino, la mejor agrupación de Taranta que se conoce.
