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Los sindicatos brasileños amenazan con las primeras movilizaciones de la era Rousseff

Dilma Rousseff, que cumple su jornada 40 en la presidencia, se enfrenta estos días a la amenaza de las primeras movilizaciones laborales. Los sindicatos han anunciado manifestaciones masivas si la mandataria no eleva, más de lo que lo ha propuesto en el Congreso, el salario mínimo interprofesional. La presidenta brasileña ha rechazado la petición y su predecesor, Lula da Silva, ha roto su silencio para llamar “oportunistas” a los sindicatos. Mientras tanto, el sector de la metalurgia ha abierto hoy las hostilidades con un paro de dos horas. Dilma Rousseff, que cumple su jornada 40 en la presidencia, se enfrenta estos días a la amenaza de las primeras movilizaciones laborales. Los sindicatos han anunciado manifestaciones masivas si la mandataria no eleva, más de lo que lo ha propuesto en el Congreso, el salario mínimo interprofesional. La presidenta brasileña ha rechazado la petición y su predecesor, Lula da Silva, ha roto su silencio para llamar “oportunistas” a los sindicatos. Mientras tanto, el sector de la metalurgia ha abierto hoy las hostilidades con un paro de dos horas.

Rousseff propuso recientemente en el Congreso una subida del sueldo mínimo hasta alcanzar los 580 reales (253 euros), una cifra muy alejada de la que proponen las centrales sindicales del país. Paulo Pereira da Silva, presidente de Fuerza Sindical y diputado del izquierdista Partido Democrático de los Trabajadores (PDT), aseguró ayer, en una entrevista concedida a Terra Magazine, que los sindicatos no descartan manifestarse para exigir que se amplíe la subida.

«No estamos satisfechos con este inicio del Gobierno de Dilma. Si ese va a ser su rumbo, nosotros vamos a la calle, aunque preferiríamos negociar», aseguró Pereira, que describe al ejecutivo de Rousseff como un “Gobierno duro”. El sindicalista considera que el país está viviendo un buen momento económico, lo que justifica que el salario mínimo pueda ser elevado. “Brasil fue el país que más trabajadores contrató: 2,5 millones en 2010″ aseguró.

La subida propuesta por el Gobierno de Rousseff se encuadra dentro de un programa de austeridad económica, que pretende combatir una inflación, del 6% en 2010, que considera alta. Pereira considera sin embargo, que esta tasa no es “un descontrol. Hay que ver también los beneficios que acarrea.”

Por su parte, el vicepresidente de Fuerza Sindical, Miguel Torres, ha señalado que las protestas se van a intensificar, van a movilizar a más trabajadores y, de este modo, presionarán al Gobierno y al Congreso para que cumplan con el aumento que reclaman los afectados.

El ex presidente brasileño, Luis Inazio Lula da Silva, ha arremetido contra los sindicatos por estas amenazas hacia su delfín. El ex mandatario, que se ha mantenido en silencio desde que dio comienzo el mandato de Rousseff, ha llamado “oportunistas” a los sindicatos, algo que Pereira considera normal, porque Lula “tiene que defender a su criatura».

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