‘Los Moyano’, líderes del principal sindicato opositor a la presidenta Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, lo han logrado. Han paralizado Argentina y han derrotado a la dirigente en la primera huelga convocada contra su gestión. ‘Los Moyano’, líderes del principal sindicato opositor a la presidenta Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, lo han logrado. Han paralizado Argentina y han derrotado a la dirigente en la primera huelga convocada contra su gestión.
El paro general que han organizado la Confederación General de Trabajadores (CGT) de Hugo Moyano y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) de Pablo Micheli ha supuesto un auténtico éxito.
Por su parte, la CGT oficial, del metalúrgico Antonio Caló, no se ha ganado la simpatía de los ciudadanos, que ayer apostaron fuerte por los Moyano y dejaron a un lado a los sindicalistas fieles a la presidenta.
Toda Argentina ha parecido ver en las reclamaciones de los sindicatos opositores las suyas propias y han salido a la calle a defenderlas. Estas son: la modificación del pago de impuesto a ganancias, la eliminación de los topes de las asignaciones familiares, el aumento de las jubilaciones y el salario mínimo, un plan contra la inflación y el reintegro de fondos millonarios que el Estado le debe a las obras sociales.
Nunca antes la presidenta argentina había tenido que enfrentarse a una huelga convocada por los sindicatos tan seguida por toda la población. Además, el paro se ha notado en las principales ciudades del país, que estuvieron atascadas por las movilizaciones de los gremios.
En los transportes ha sido donde más se ha sentido, pues los andenes de la siempre atestada estación de Once, en Buenos Aires, estaban desiertos. Aunque no sólo allí, las movilizaciones paralizaron buena parte del transporte porteño, los servicios, la actividad docente, los bancos, el transporte, la salud y la producción rural de varias provincias, entre otros sectores de la economía, y aunque no han sido movilizaciones masivas, los bloqueos se han notado por todo el país.
La presidenta, por su parte, se ha defendido y ha asegurado que la huelga no ha sido efectiva. “No ha sido un paro, ni siquiera un piquete, se ha tratado de amenazas a los trabajadores”. Ante ello, Micheli y Moyano consideraron que “ha perdido el control del conflicto social”, de ahí sus palabras.
A pesar de estas declaraciones, el antiguo sindicalista de cabecera de Néstor Kirchner se ha maravillado con la respuesta de los argentinos. “Sin ninguna duda, nuestra convocatoria ha tenido mucha más adhesión de la que esperábamos”.
