Los 30 millones inmigrantes mexicanos que viven en EEUU se han encontrado con la decisión del Senado estadounidense de fortalecer la seguridad con más agentes armados en el muro de la frontera y con la pasividad del Gobierno mexicano. Los 30 millones inmigrantes mexicanos que viven en EEUU se han encontrado con la decisión del Senado estadounidense de fortalecer la seguridad con más agentes armados en el muro de la frontera y con la pasividad del Gobierno mexicano.
Así lo ha recogido El País y de este modo se desprende de las palabras de a César Rea, presidente de la Asociación de Comunidades Mexicanas Unidas en Chicago, Illinois, establecida en 2000. “Los republicanos han chantajeado a Obama para que aumente el presupuesto, esa no es la solución, pero lo que más nos preocupa es la pasividad del Gobierno mexicano, los que vivimos aquí esperamos una reacción más firme”, dijo.
Estas palabras vinieron a tenor de las declaraciones del secretario de Exteriores mexicano, que les parecieron poco duras. En concreto, el secretario de Exteriores, José Antonio Meade dijo que esta no era la solución, pero no abogó por otra posibilidad.
En cualquier caso, muchos de los inmigrantes mexicanos aún tienen esperanza en la reforma migratoria del presidente estadounidense, que se votará mañana.
