Después de la reunión mantenida el sábado con Sebastián Piñera, parecía que el conflicto estudiantil podía avanzar hacia una cierta estabilidad. Sin embargo, los estudiantes han confirmado que mañana celebrarán un nuevo paro nacional para presionar al Gobierno. Esta decisión se ha tomado a pesar de que se habían producido disensiones en el seno del grupo, sobre si era conveniente realizar las protestas en medio del clima de luto y consternación en que vive Chile por el accidente aéreo en Juan Fernández. Camila Vallejo, líder estudiantil, se ha sumado al paro finalmente después de haber expresado dudas al respecto en días anteriores. Después de la reunión mantenida el sábado con Sebastián Piñera, parecía que el conflicto estudiantil podía avanzar hacia una cierta estabilidad. Sin embargo, los estudiantes han confirmado que mañana celebrarán un nuevo paro nacional para presionar al Gobierno. Esta decisión se ha tomado a pesar de que se habían producido disensiones en el seno del grupo, sobre si era conveniente realizar las protestas en medio del clima de luto y consternación en que vive Chile por el accidente aéreo en Juan Fernández. Camila Vallejo, líder estudiantil, se ha sumado al paro finalmente después de haber expresado dudas al respecto en días anteriores.
«Hay movilización nacional, el carácter lo decide cada región y obviamente, en el marco del respeto a la situación que vive el país, de luto», han sido las palabras de la popular líder estudiantil, que el lunes pasado había indicado que el clima de dolor imperante en el país por la muerte de 21 personas en el accidente aéreo de Juan Fernández «nos imposibilita a convocar a grandes manifestaciones». Ahora, sin embargo, se retracta de sus palabras y confirma su adhesión a las protestas de mañana.
El anuncio se produce después de que los estudiantes tomaran con escepticismo las propuestas hechas por el Gobierno para intentar calmar los ánimos y anunciaran una respuesta para mañana jueves. Sin embargo, varios líderes de los jóvenes ya han expresado su poca esperanza de alcanzar acuerdos con Piñera. El presidente de los estudiantes de la Universidad Católica, Giorgio Jackson, ha señalado que en el acercamiento hecho por las autoridades están “todos los temas, pero siempre desde la postura del Gobierno”, por lo que duda de que pueda llegarse a un entendimiento.
El sistema educativo chileno ha sido heredado por la democracia de la dictadura de Augusto Pinochet y mantiene unas elevadas tasas que impiden a los estudiantes con menos recursos acceder a la educación superior. Si lo hacen, deben soportar varios años de alto endeudamiento para poder pagar sus estudios. Además, los estudiantes reclaman que el Estado se ocupe del sector, y no los municipios, y que la educación, una de las más caras del mundo según la OCDE, sea gratuita y accesible universalmente para todos los ciudadanos.
El enquistamiento del conflicto, del que no se prevé una solución rápida, está pasando una enrome factura política a Piñera, que según los últimos sondeos ha alcanzado un histórico 68% de desaprobación. Sin embargo, el dato más sangrante es el de su popularidad, que ha vuelto a caer y se sitúa en un 27%, la peor valoración jamás dada a un líder chileno en las últimas dos décadas.
