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Los críticos del chavismo suman apoyos para enfrentarse a Maduro

Si la semana pasada Nicmer Evans quien se incorporó a la corriente de Marea Socialista, esta vez el anuncio vino de Clase Media Socialista. La corriente de Gonzalo Gómez y Heiber Barreto navega en un intento de aglutinar a los descontentos con la cúpula del PSUV. Si la semana pasada Nicmer Evans quien se incorporó a la corriente de Marea Socialista, esta vez el anuncio vino de Clase Media Socialista. La corriente de Gonzalo Gómez y Heiber Barreto navega en un intento de aglutinar a los descontentos con la cúpula del PSUV.

“Venimos cada vez más personas a esta oleada de izquierda trasnochada”, dijo Carlos Hurtado, vocero de Clase Media, entre la ironía y el dolor por la falta de reconocimiento de los “hermanos mayores” del PSUV. Y la falta de oído. Porque acusan, una vez más, a la elite del partido de no escuchar al pueblo y no discutir situaciones que se viven cada día.

Se quejan los recién incorporados a Marea de que ya no pueden engañar más a sus familias, que ellos son ciudadanos, hacen mercado, cola, sufren la escasez, “es imposible no ver la crisis que hay”. Y no se trata de hacerle el juego a la derecha, dicen, “eso son unos cuantos de la elite revolucionaria que sí lo está haciendo”.

Con este cambio de corriente, Clase Media Socialista no pretende Ministerios ni altos cargos, sino “trabajar para progresar en la construcción del socialismo “, algo que dicen les fue negado cuando presentaron proyectos para el embrión de la Misión Vivienda y se les apartó a un lado.

Se consideran hijos de Chávez, no enemigos, sino hermanos, pero creen necesario un debate y una lucha que, en este momento, parece que solo tiene cabida en Marea Socialista.

También lo ve así la diputada Ana Elisa Osorio, que acudió a la rueda de prensa como observadora.”Estoy observando todas las corrientes dentro del PSUV” porque los altos cuadros, de nuevo, no escuchan y no están haciendo las cosas bien. No lo hicieron con Navarro, a quien pusieron “una sanción ilegal”, ni con las propuestas de parte de la militancia. Tampoco con una carta privada que la diputada entregó hace seis meses a Diosdado Cabello y que sigue sin respuesta.

Quién sabe si la semana que viene asistiremos a la adhesión de Osorio a Marea. Ella sabe que puede haber consecuencias, pero las asumirá “con responsabilidad y acorde a mi decisión”. Para ella, si el PSUV sigue con tapones, sin escuchar los llamados de tierra firme, puede que se lo trague la resaca.

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