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Los cocaleros del Chapare anuncian que repelerán la marcha contra Evo Morales

Lo que puede parecer un desahogo para el mandatario boliviano, podría convertirse en un duro enfrentamiento de consecuencias dramáticas. Los cocaleros de Chapare, cuya asociación preside Evo Morales, ha anunciado que bloquearán, junto con los cocaleros de los Yungas, la marcha de más de 600 kilómetros por la que un numerosos grupo de indígenas reclama la paralización de la construcción de una carretera que atraviese el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Lo que puede parecer un desahogo para el mandatario boliviano, podría convertirse en un duro enfrentamiento de consecuencias dramáticas. Los cocaleros de Chapare, cuya asociación preside Evo Morales, ha anunciado que bloquearán, junto con los cocaleros de los Yungas, la marcha de más de 600 kilómetros por la que un numerosos grupo de indígenas reclama la paralización de la construcción de una carretera que atraviese el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

El anuncio de la intención de ambos grupos cocaleros ha coincidido con otro de naturaleza contraria. Unos 2.000 indígenas del norte y altiplano de La Paz prevén unirse a la caminata cuando llegue a territorio paceño, para apoyar que la carretera busque otro itinerario alejado del TIPNIS. Mientras tanto, las etnias de guaraníes y ayoreos de Santa Cruz iniciarán este lunes bloqueos en las principales rutas de esa región para apoyar la marcha.

La caminata de protesta, a la que pocos otorgaban la importancia que está adquiriendo, se ha convertido, como denuncia Morales, en un acto político. Las malas relaciones del presidente boliviano con algunos líderes indigenistas, que interpretan muchas de las medidas del mandatario como de naturaleza neoliberal, han provocado que la marcha acumule apoyos en sectores sociales que, como habituales aliados del Gobierno, deberían apoyar al primer presidente aymara de la historia de Bolivia.

En este contexto, los que todavía se encuentran al lado de Morales, los grupos cocaleros a los que ha beneficiado, parecen dispuestos a reventar la marcha. Por su parte, el mandatario, que se había negado a negociar con los manifestantes, envió la pasada semana a dos de sus ministros, que fueron rechazados por estos, que reclaman una reunión con el propio presidente.

El dialogo, por lo tanto, parece que no va a dar los frutos esperados si Morales no baja al terreno. El gobierno prepara ahora una delegación de diez ministros que debe reunirse en los próximos días con los miembros de la marcha. «Les estamos invitando no sólo a ponernos juntos para decidir cuál va a ser el trazado (de la carretera), sino además para que hagan sugerencias de tipo de reparación y mitigación ambiental», sostuvo la ministra de Desarrollo Productivo. E insistió: «Aún no hay ningún trazado previsto» para la ruta.

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