Argentina se consolida en los mercados internacionales de deuda tras sus últimos movimientos realizados en torno a la emisión de bonos en dólares. Esto refleja el gran interés del país latinoamericano por recuperar la confianza de los inversores y por volver a posicionarse como una de las apuestas más seguras en el mercado de deuda soberana. Argentina se consolida en los mercados internacionales de deuda tras sus últimos movimientos realizados en torno a la emisión de bonos en dólares. Esto refleja el gran interés del país latinoamericano por recuperar la confianza de los inversores y por volver a posicionarse como una de las apuestas más seguras en el mercado de deuda soberana.
Los recientes movimientos realizados por el país latinoamericano en el mercado de deuda internacional han llevado al Bank of America a recomendar los bonos argentinos emitidos en dólares con vencimiento en 2012, que subieron un 13% desde finales de mayo. El gobierno argentino pagará hoy 2.200 millones de dólares (1.676 millones de dólares) en parte de estos bonos, dejando pendiente el 25% de la emisión total.
Además, el gobierno de Cristina Fernández anunció recientemente su intención de emitir bonos de deuda soberana con vencimiento en 2017 por valor de 1.000 millones de dólares (762 millones de euros). Según el ministro de economía, Armando Boudou, Argentina estaba esperando a que el rendimiento se situase por debajo del 10%, umbral que se pasó ayer.
Por esa razón es buena la intención de emitir nuevos bonos de deuda. La rentabilidad ha llegado a una tasa de 9’99%. El bono global se cotizó en Bolsa a 381 pesos (73,6 euros), con lo que su tasa de rendimiento implícito pasó a ser de un dígito.
Todo ello ocurre en medio de un buen momento para la Bolsa porteña, la cual anda a la par con Wall Street. El índice Merval de las acciones de las empresas líderes cerró con una subida del 2’37%, quedándose a 32’97 puntos de alcanzar el récord histórico alcanzado del 9 de abril de este año.
La confianza de los inversores se ha visto reforzada no sólo por los buenos resultados que están generando los bonos argentinos en el mercado internacional, sino también por la predisposición del gobierno de Cristina Fernández a la hora de cancelar la deuda pendiente. Así, Argentina usó a finales del mes de julio la cantidad de 2.700 millones de dólares (2.058 millones de euros) procedentes de las reservas del Banco Central para liquidar la deuda con vencimiento en 2010.
Pero el gobierno argentino también empleó ayer 2.300 millones de dólares (1.761 millones de euros) de las reservas del Banco Central para cancelar una de las últimas cuotas del Boden 2012, unos bonos de deuda que se lanzaron para compensar a los afectados por el corralito financiero de 2001. Según Cristina Fernández, la cancelación podría fortalecer la posición en el mercado de otros bonos soberanos si los inversores reinvierten parte de ese dinero en otros títulos públicos.
Los buenos comportamientos de los bonos argentinos, que en su mayoría han cotizado al alza, son un reflejo del buen momento que atraviesa el país latinoamericano en cuanto a la emisión de deuda soberana.