Hugo Chávez, ese populista de ideología socialista que tan mal tiende a caer en EEUU y Europa, ha ganado las elecciones venezolanas y, teóricamente, se mantendrá en el poder durante varios años más. Contra todo pronóstico, y contra la opinión de la clase política dirigente establecida en Washington, Wall Street parece apostar por él. Hugo Chávez, ese populista de ideología socialista que tan mal tiende a caer en EEUU y Europa, ha ganado las elecciones venezolanas y, teóricamente, se mantendrá en el poder durante varios años más. Contra todo pronóstico, y contra la opinión de la clase política dirigente establecida en Washington, Wall Street parece apostar por él.
Un informe del banco Citigroup asegura a sus clientes que si bien en el corto plazo el mercado de bonos venezolano se verá sacudido por una oleada de ventas –debido no tanto a la victoria de Chávez sino al margen, más grande de lo esperado, con el cual se ha alzado con esa victoria-, también es previsible que en el medio plazo existan oportunidades de compra que estabilicen, en no demasiado tiempo, la situación.
Los analistas de la entidad estadounidense se basan en las recientes elecciones celebradas el año pasado en Perú, en las que el candidato menos simpático para los mercados venció. Ollanta Humala salió elegido y la deuda peruana, tras registrar una intensa actividad vendedora, experimentó un ‘rally’. Idéntica fue la situación en el año 2002 en Brasil, con el socialista Lula da Silva ganando el poder.
En el caso de Venezuela, el principal activo es el petróleo. Desde Citigroup se espera que la victoria de Chávez despeje la incertidumbre política que se cernía sobre el país e incluso se apuesta por cierto resquebrajamiento en el entorno opositor al actual mandatario.
Los analistas consultados por Bloomberg y Reuters también espera que el interés ofrecido por los bonos venezolanos en los mercados secundarios de deuda se dispare esta semana tras la victoria de Chávez.
