Más del 60% de los puertorriqueños han votado la pasada semana, en una consulta no vinculante, su deseo de convertirse en el quincuagésimo primer estado de EEEUU, en lugar de continuar con el modelo actual de Estado Libre Asociado, que rige sus relaciones. Los ciudadanos de Puerto Rico ya han elegido, pero la decisión corresponde plenamente al Congreso del país norteamericano. Más del 60% de los puertorriqueños han votado la pasada semana, en una consulta no vinculante, su deseo de convertirse en el quincuagésimo primer estado de EEEUU, en lugar de continuar con el modelo actual de Estado Libre Asociado, que rige sus relaciones. Los ciudadanos de Puerto Rico ya han elegido, pero la decisión corresponde plenamente al Congreso del país norteamericano.
Ahora toca saber cuál es la postura de EEUU ante la postura de los puertorriqueño, pero parece que será difícil que la isla se convierta en un estado más de la potencia norteamericana, según apunta el analista político residente en Washington Julio Aliaga.
El principal problema es que la economía de Puerto Rico “no es muy atractiva”, tiene un déficit del 290% de su PIB, por lo que de convertirse en estado sería el más pobre del país. El hecho de que la mayor parte de la población no hable inglés tampoco ayuda.
Según el régimen actual, los habitantes de Puerto Rico tienen ciudadanía estadounidense, pero tienen derecho a voto en el país norteamericano. En cambio, si que pueden trabajar en EEUU y se encuentran bajo la jurisdicción de los jueces federales norteamericanos.